El comité de empresa de Ence-Pontevedra ha puesto en marcha una ofensiva institucional destinada a intentar que el Ministerio de Industria dé marcha atrás y no excluya de las ayudas a las energías renovables, la prima para producir energía con lignina de madera, considerada hasta ahora como biomasa.

Sostienen los trabajadores de la fábrica de Lourizán que esta reforma, unida al impuesto sobre la producción de energía eléctrica, pone en riesgo la competitividad de la planta y por tanto su futuro.

El comité ha solicitado entrevistas con los conselleiros de Medio Rural y do Mar, Economía e Industria y Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras; con el alcalde de Pontevedra y con el presidente de la Diputación, además de con todos los partidos políticos del arco parlamentario gallego.

A todos los interlocutores les plantearán lo mismo: que hagan con ellos un frente común para rectificar una medida que, según el análisis que hacen, los sitúa en un posición de desventaja respecto a las plantas europeas con las que disputan el mercado internacional de la pasta ya que en sus países sí catalogan y priman la lignina como biomasa y que, además, "puede llevarse por delante todo el sector de la celulosa y también forestal".

El comité de empresa del centro de operaciones de Lourizán sostiene que la decisión del Ministerio de Industria, que en su opinión solo persigue un fin recaudatorio, pone en grave peligro el futuro de la compañía y al sector forestal porque gracias al valor energético que tiene la lignina generan rentas muy importantes en la sector forestal.

Los representantes del comité apuntaron en un comunicado hecho público hace apenas diez días que "no es de recibo, además de ser discriminatorio, que se subvencione la cogeneración con purines y con gas y no así el licor negro, combustible autóctono y renovable."