La mesa local de la violencia de género constata lo que está siendo una tónica general en los últimos años, la cada vez mayor juventud de quienes sufren esta lacra. El perfil de las víctimas, según apuntaron ayer desde el Centro de Información á Muller (CIM) de Poio, oscila entre los 25 y los 35 años.

El encuentro que se mantuvo ayer en el salón de plenos subrayó así que quienes denuncian "son cada vez más jóvenes" y que el aumento de los casos podría estar relacionado con que "ahora se denuncia más y hay más información", apuntaron la directora y la abogada del CIM. En la reunión también se indicó que son 24 las denuncias actualmente existentes en el municipio, de las que 19 han tenido como respuesta órdenes de protección.

Son 15 las mujeres que acuden con frecuencia al centro para recibir apoyo psicológico y asesoramiento legal, así como ayuda a la hora de realizar las tramitaciones que correspondan. Entre ellas la de la ayuda económica de la Xunta para víctimas de violencia doméstica, programa que en el municipio tiene dos beneficiarias. También se puede solicitar en este servicio ubicado en la Casa Rosada el plan de teleasistencia móvil.

En comparación con la última convocatoria de esta mesa local, en noviembre, la cantidad de denuncias aumentó en cuatro. Un dato que también sigue la línea en cuanto al perfil de las víctimas. "Salvo un par de casos de edad más elevada y que deja la media en 37 años, la mayoría de las víctimas están entre los 25 y 35", subrayan desde el CIM. Además, también se puntualiza que por lo general se trata de mujeres que están o estaban en pareja pero no en matrimonio. "Siguen dándose muchos problemas de custodias y pensiones", ejemplifican.

Por otro lado, en la mesa local se puso de relieve la posibilidad de trabajar de nuevo con minorías en los que la violencia de género presenta características específicas. Por ello desde el CIM se solicitará de nuevo a la Xunta una subvención que facilite la reedición de este plan comenzado el pasado año.