Un pareja de ancianos resultó herida en un aparatoso accidente que se produjo en la PO-308 a la altura de la recta de O Laño. Además de por los daños personales, el suceso acaparó la atención en la zona por los desperfectos ocasiones en el lugar, puesto que el vehículo se empotró contra un muro que acabó derribando. También parece haberse llevado por delante un panel de señalizaciones.

El siniestro se produjo pasadas las cinco de la tarde, cuando el vehículo, un Audi A4, perdió su trayectoria y terminó estrellándose contra el cierre del número ocho de esta avenida. El vehículo, que circulaba en sentido Pontevedra, chocó a una velocidad considerable. En las inmediaciones no se apreciaban marcas de frenado.

La Guardia Civil de Tráfico acudió al lugar de los hechos, así como Protección Civil y una ambulancia medicalizada. Fuentes que participaron en el operativo indicaron que una mujer quien se llevó la peor parte del golpe, teniendo que ser trasladada de urgencia y con heridas de cierta gravedad. La otra víctima, un varón, presentaba menores daños.

Puntuales retenciones

El suceso, por otro lado, provocó leves y puntuales retenciones en esta transitada carretera. El turismo quedó invadiendo parte de la calzada, a lo que se unió la presencia de los vehículos de emergencia. Todo ello obligó a poner en marcha un dispositivo especial para dirigir el tráfico en este punto.

Por otra parte, en Cuntis, una hora antes de que se produjese ese siniestro, también ocurrió un accidente con daños personales. En este caso la víctima, que fue trasladada a un centro hospitalario de la ciudad de Pontevedra, fue un motorista de unos 40 años.

El suceso se produjo cuando este hombre, que circulaba en dirección al casco urbano del municipio, chocó frontalmente contra un coche. Como consecuencia salió despedido e impactó contra una señal.

Protección Civil de Cuntis le practicó una primera asistencia médica ante la ansiedad que presentaba el herido, quien expresaba un gran dolor en el pecho. De todos modos, desde el operativo se descartaba que se temiese por la vida de este varón, vecino de Valga y cuya identidad responde a las iniciales P.V.R.