Una familia de Viascón fue víctima del desvalijamiento de su vivienda mientras estaba velando en un tanatorio el cadáver del que era su propietario. Los ladrones aprovecharon la ausencia de la mujer y el hijo del fallecido, un conocido vecino del municipio, para entrar en el domicilio y revolver la mayor parte de las dependencias. Cuando regresaron a casa se encontraron todo patas arriba. Con éste es el tercer robo en el municipio en menos de una semana.

El suceso se produjo entre la tarde y noche de este martes. Los autores del robo, que serían conocedores de las dramáticas horas por las que están pasando los allegados de este hombre, accedieron al inmueble sin levantar sospechas en el entorno. Cuando la mujer y el hijo regresaron a casa, en torno a las once de la noche y tras pasar las últimas horas en el velatorio de San Xurxo de Sacos, comprobaron el efecto de la acción de los intrusos.

Las primeras consideraciones sobre lo ocurrido apuntan a que los responsables de estos hechos tenían conocimiento de que los inquilinos habituales de esta vivienda no regresarían hasta tarde ante las circunstancias familiares. "Estaba todo muy revuelto", apuntaron vecinos de la zona, que detallaban que "parecía que había pasado un huracán". Por ahora no ha trascendido el valor del botín.

La certeza de que los inquilinos no regresarían hasta tarde, unida a la situación de la vivienda, en un entorno rural y con pocas casas en sus inmediaciones, habrían sido las razones por las que los ladrones se propusieron realizar este robo. Un hecho que, de todos modos, no resulta aislado en el municipio. De hecho, en la misma jornada del martes se produjo otro robo similar en Tenorio, a escasos kilómetros de Viascón. Fuentes municipales apuntan a que en este caso el suceso se produjo en una vivienda habitada por una mujer y que en el momento del robo tampoco se encontraba en el domicilio.

Con estos casos son ya tres los robos de los que se tienen constancia en el término de Cotobade en menos de una semana. A diferencia de estos dos, el anterior fue un asalto violento, cometido el pasado viernes en un bar de Calvelo, cuando unos encapuchados sorprendieron al dueño cuando se disponía a echar el cierre. Le obligaron a entrar en el establecimiento y le encerraron en el baño para, mientras tanto, vaciar la caja registradora y una máquina recreativa.