El Eco de Marín, el Eco Marinense, Marín Semanario Independiente, o La Voz del Morrazo son algunas de las publicaciones editadas en la villa a finales del siglo XIX y principios del XX, y que representaban a las distintas sensibilidades políticas o morales de la época. Unos liberales, otros conservadores; periódicos católicos, republicanos, o agrarios, unos y otros canalizaban los diferentes posicionamientos ideológicos de la heterogénea sociedad marinense.

La pujanza económica de la villa marinense permitía que en la calle circulasen distintos periódicos locales que convivían, al menos durante unos años, con las ya entonces grandes cabeceras, como el FARO DE VIGO, fundado en el año 1853.

Notas de sociedad

Los distintos diarios y semanarios locales que se editaban en aquella época servían de órgano de expresión y debate para los dispares posicionamientos de la convulsa sociedad de principios del siglo XX, a las puertas de la Primera Guerra Mundial, pero también eran un instrumento útil para conocer las pequeñas noticias del día a día: Notas de sociedad, nacimientos, bodas y defunciones, los anuncios de las grandes navieras que partían hacia el otro lado del Océano Atlántico, pero también las informaciones de alcance nacional e internacional, reproducidas directamente de las páginas de los grandes rotativos.

Accidentes de niños

Crónicas sobre la llegada a la villa de ilustres visitantes, pequeños accidentes como los que en varias ocasiones sufrieron los niños al jugar con pólvora en el puerto, polémicas de la época como un nuevo impuesto sobre la sal, crónicas de grandes viajes de barcos extranjeros, como el "White Star" calificado en el rotativo Marín Semanario Independiente como "El nuevo coloso de los mares", o el anuncio de "proyecto de traída de aguas al puerto" -cuestión que aún hoy sigue dando titulares en los periódicos- llenaban en largas columnas sin ninguna ilustración, aquellos ejemplares de solo cuatro páginas de color sepia.

El debate y la polémica política daban razón de ser y ocupaban los principales espacios de aquellas publicaciones locales, pero con el afán de ofrecer también un servicio a la sociedad, estos rotativos informaban en los huecos que dejaba la política, de cuestiones como el estado de la mar, el tamaño de las olas previstas en la tabla de mareas, los precios en la lonja, o el horario de las clases nocturnas para adultos, animando a los analfabetos mayores de 14 años a acudir al Grupo Escolar.

Los marinenses de hoy pueden conocer los ejemplares que aún se conservan de aquellos periódicos en algunos de los principales archivos históricos de Galicia. Los originales que se guardan de estos periódicos se pueden consultar principalmente en la Biblioteca de Galicia, en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela. Pero también custodia algunos ejemplares el archivo provincial de la Diputación de Pontevedra.