El conflicto de las preferentes regresó al pleno de Poio y lo hizo con una contundente bronca para el PP. Buena parte de los casi 50 afectados presentes en el consistorio vertieron duras acusaciones tanto al portavoz de la oposición, Ángel Moldes, como al resto de ediles populares. Todo ante la negativa de este grupo municipal a apoyar una moción, aprobada por BNG y PSOE, con la que el Concello instará a la Subdelegación del Gobierno a retirar las sanciones impuestas a ahorradores que fueron multados en manifestaciones en las que reclamaban la devolución de su dinero.

Las palabras de Moldes, negando que se pudiese pedir la anulación de esas multas "indiscriminadamente y sin conocer cada expediente concreto", provocaron el enfado de los presentes y derivó en un rifirrafe entre afectados y el portavoz del PP que fue subiendo de tono. La Policía Local acudió ante la tensión existente. "Tenéis mucha jeta", recriminaron desde las plataformas del Baixo Miño y Pontevedra-Marín.

La primera, a través de su interlocutor, Xulio Vicente, se mostró especialmente crítica. Recordó al grupo de la oposición que entre las personas sancionadas con cantidades como 600 euros hay "una mujer de más de 80 años a la que le acusan haber saltado un cordón policial o una mujer sin carné de conducir de la que dicen que estaba dando vueltas con su coche alrededor de una protesta".

Las palabras de los preferentistas no sirvieron para cambiar la opinión del PP, que se abstuvo en la votación. Los grupos que integran el bipartido aprobaron la moción. Ésta reclama también el cierre de las cuentas que el Ayuntamiento mantiene con Novagalicia Banco. Los preferentistas exigieron que "a día 31 de marzo no haya ninguna abierta". El alcalde, Luciano Sobral, se comprometió a "estudiar" esa propuesta.