"Del puerto de Marín salían los barcos para Buenos Aires, Montevideo y La Habana, de modo que había mucho interés por lo que sucedía en Cuba, en Argentina etc", indica el periodista Ángel García Carragal para explicar por qué en 1914 un pequeño semanario como el Marín reproducía una crónica de un periódico de La Habana.

En ese artículo el periodista Ortega y Munilla habla del fallecimiento de Celso García de la Riega (que se había producido dos meses atrás) al que califica de "escritor más conocido en el extranjero que en su patria".

Recuerda que a este literato y político "se debe la revelación de que Cristóbal Colón no era italiano, sino español, y que no había en Génova, sino en Pontevedra".

Es uno de los artículos que prueba que hace un siglo la teoría del Colón gallego era sobradamente conocida entre la comunidad española expatriada y también entre los numerosos periódicos locales que se publicaban en la época.

Marín contaba en ese momento con numerosas publicaciones "dominadas por clases políticas, empresarios y agrupaciones sindicales", indica García Carragal, "de modo que unos eran de inspiración liberal, otros católicos, republicanos etc".

La voz del campo (dedicada a los intereses de los agricultores), La voz del Morrazo, el eco de Marín o La verdad eran algunas de las publicaciones que circulaban en las sociedades y cafés de la villa.

"Eran publicaciones en tamaño Din A 3, de unas cuatro páginas y en color sepia", indica el periodista, "en la que los distintos sectores políticos y empresariales mostraban sus posicionamientos; también tenían enfrentamientos entre ellos".

La vida media de estos periódicos y revistas era muy corta (por ejemplo el Marín Semanario Independiente fue fundado en 1913 y desapareció en 1915) y también lo era su tirada " dada la escasa alfabetización de la época", precisa la misma fuente.

Al desaparecer, eran rápidamente sustituidos por otras publicaciones semejantes. "Entre finales del siglo XIX y las primeras dos décadas del siglo XX", precisa en este punto el periodista, "se contabilizaron numerosas publicaciones, lo que sucede es que Marín no daba como para rellenar cuatro páginas a diario, de ahí que se incluyesen noticias no solo locales sino también de Pontevedra o que afectasen a los emigrantes".

También informaciones como la relativa a la teoría del Colón gallego y a su principal impulsor. Hace un siglo el cronista estaba convencido de que perduraría y concluía su artículo: "Otros continuarán sin duda la empresa reivindicadora que La Riega comenzó y que le asegura el renombre y la gratitud de los españoles"