Los efectos del temporal Ruth durante la jornada de ayer se dejaron sentido en toda la comarca pero con menos incidencia de la prevista, a la espera de una nueva borrasca bautizada como Stephanie. Caídas de árboles, crecidas en los ríos y mobiliario desplazado fueron algunos de los daños causados, si bien en Pontevedra los Bomberos y la Policía Local tuvieron que emplearse a fondo tanto de madrugada como en la mañana de ayer. Así, las calles Andrés Muruais y Peregrina permanecieron cortadas doce horas (desde las 23.30 del viernes hasta mediodía de ayer) por desprendimientos en un edificio de esta última calle, cerca del antiguo sanatorio Santa Rita. Por la noche fue imposible, debido a las inclemencias del tiempo, revisar el inmueble, por lo que se optó por cerrar el paso hasta la mañana, cuando los Bomberos revisaron la zona dañada.

También tuvieron que acudir de madrugada a la zona trasera de la residencia de la Tercera Edad de Campolongo para retirar unos canalones desprendidos del inmueble. Asimismo, una fuerte tromba de agua inundó de forma súbita la calle Fernando Olmedo. Durante la jornada de ayer Meteogalicia registró en la ciudad vientos de más de 75 kilómetros por hora y cerca de 25 metros cuadrados de lluvia.

Por su parte, la Xunta de Galicia cerró al tráfico el ramal de salida a Cangas del corredor de O Morrazo como consecuencia de un desprendimiento de tierras que afectaron al muro de contención del vial de desaceleración. El acceso principal a Cangas quedará cortado hasta el martes, día en el que los técnicos tienen previsto finalizar los trabajos que comenzaron ayer y que consisten en deslomar la ladera de jabre, con el fin de eliminar la pendiente. Hay que señalar que es casi una pared vertical de 20 metros de alto. El desprendimiento de tierras se produjo cerca de las 00.00 horas del sábado y pocos minutos después el vial ya se había cortado al tráfico.