El Concello de Marín dejó de ingresar de la empresa concesionaria del servicio de recogida y tratamiento y recogida de basura (Urbaser), durante el anterior mandato municipal, más de medio millón de euros. El déficit es atribuible a la gestión realizada entonces por la edil nacionalista y actual portavoz municipal del BNG, Pilar Blanco, según afirma la alcaldesa, María Ramallo.

El actual equipo de gobierno atribuye a la portavoz nacionalista y exconcejala de Medio Ambiente el deterioro de este servicio, entre otras cosas porque "permitió que el Concello dejase de cobrar los ingresos de la recogida selectiva que realiza Ecoembes, suponiéndole a los marinenses que se perdieran alrededor de 400.000 euros. Nosotros ahora sí estamos facturando y las arcas municipales ha ingresado hasta la fecha 144.523,84 euros", indica la regidora local.

El resto de ingresos perdidos por el anterior gobierno municipal se justifican en hechos como que se permitiese que Urbaser recibiese los ingresos de la recogida selectiva de Ecovidrio, suponiéndole al Concello una pérdida de unos 20.000 euros -explica la alcaldesa-, o que se le estaba pagando a la empresa, por la distancia a la planta de transferencia, un kilometraje superior al real, 70 en lugar de 64,2. Esto "supuso pagar en los últimos cuatro años unos 60.000 euros a mayores", sostiene Ramallo.

Por otra parte, y a pesar de que en el pliego de condiciones figurase que la disminución de residuos conllevaría disminución del canon a pagar al concesionario, "nada hizo el anterior gobierno al respecto, cuya dejadez supuso pagar en este período unos 75.000 euros a mayores", añade.

Un vehículo menos

Ramallo Vázquez indica además que tras la llegada de su equipo al gobierno municipal se constató la ausencia de uno de los vehículos ofertados por el concesionario en el momento de la contratación y que la modificación realizada en marzo de 2007 sobre el actual contrato "solo sirvió para encarecer los costes y empeorar el servicio".

Entre los "defectos de gestión" de este servicio por parte de la anterior responsable de Medio Ambiente, la alcaldesa apunta que "permitía que los contenedores, que tenían que lavarse una vez cada mes y dos veces al mes en época de verano, según contrato, no se lavaran, algunos nunca y el resto cada cuatro, cinco, o seis meses, y mal lavados". Ramallo asegura que en aquel momento los contenedores "tanto amarillos, sobre todo, como los verdes, estaban en gran número tan desbordados de bolsas que las tapas de cierre estaban en posición vertical y que parte de las bolsas de basura rotas estuvieran caídas fuera de los contenedores, la mayoría con graffitis, rotos, estropeados, etc.".

El actual gobierno municipal de Marín ha abierto un expediente sancionador a la empresa concesionaria, debido entre otras cosas a que "Pilar Blanco, responsable del servicio hasta hace poco más de dos años, no se ocupó para nada del mismo", afirma la actual alcaldesa.