De las casi 2.600 hectáreas que posee las doce organizaciones de la Mancomunidad de Montes de Pontevedra, 2,234 son superficie forestal que se reparten de la siguiente manera: el 37% está ocupada por plantaciones de eucalipto, el 22% tiene pinos, las frondosas ocupan el 16% de la superficie y otro 22% es monte raso.

Los comuneros pontevedreses han decidido apostar por las frondosas, lo que queda en evidencia en la reforestación de la superficie arrasada por los incendios en el 2006. Entienden que su presencia alienta la diversidad y favorece la prevención de los incendios.

El crecimiento de estas masas arbóreas es lento por lo que el objetivo complementario es mantener, sin incrementar, la superficie destinada a eucalipto y con el tiempo reducirla. Hoy por hoy, sin embargo, reconocen los comuneros en la venta de madera y en concreto la de eucalipto, una especie que definen como invasora, la principal fuente de ingresos de las comunidades de monte vecinal.