Vecinos de la parroquia de Mourente, amigos personales y familiares se sumaron ayer a la celebración de las bodas de oro de Severino Ramón Rey Lapido como guía espiritual de la parroquia de Santa María de Mourente, a la que llegó en el año 1963, solo cuatro años después de que fuese ordenado sacerdote por el cardenal Quiroga Palacios y hubiese oficiado su primera misa,. como le gusta recordar, en el Santuario de A Escravitude donde había sido bautizado este padronés de nacimiento y pontevedrés de corazón.

Antes de convertirse en el párroco de Mourente, puesto que le obliga a ocuparse de las capillas de San Mauro y Santa Margarita, había ejercido como coadjutor de Marín durante algo más de dos años y posteriormente había sido cura ecónomo de las parroquias de Cerponzóns y Verducido.. Desde marzo de 1963 su vida está unida a la de los vecinos de Mourente y conjuga desde el año 1987 su labor pastoral en la parroquia con la responsabilidad de ser el capellán del Hospital Montecelo.

Severino Rey mantiene a sus 80 años intacto su nivel de actividad como lo atestiguan sus feligreses, que los recuerdan gestionando la construcción de la casa rectoral, la ampliación del cementerio o la traída de agua corriente para A Bouza.

Acompañado por su familia "espiritual" y "de sangre", el párroco de Mourente ofició ayer una Eucaristía muy especial ya que sus feligreses querían festejar con él sus cincuenta años de servicios. Después, en clave más terrenal, participaron en una comida homenaje en un restaurante de Campelo (Poio).