Entre las ventajas de cumplir años, el desprenderse de la necesidad de agradar, algo de lo que sabe la inteligente Rosa María Calaf, que no ha dudado, por ejemplo, en criticar el "flaco favor" que Sara Carbonero le hace a un oficio, el periodismo, al que ha dedicado 40 años de su vida. La veterana informadora fue ayer la encargada de pronunciar la lección inaugural del curso de la Uned, en la que criticó duramente la deriva del periodismo actual.

-¿Le preocupa el periodismo que se hace hoy?

-Muchísimo, porque creo que se está convirtiendo en otra cosa, que está perdiendo su carácter de servicio a la sociedad. En el caso de la televisión cada vez es más un espectáculo en detrimento de la información que necesita saber el ciudadano. Se está frivolizando cada vez más, hay menos periodistas en las redacciones y menos tiempos para hacer las cosas, cada vez somos menos y con más prisas y, sobre todo, que se cambia el objetivo de la función periodística, que ahora tiene un objetivo cada vez más mercantil.

-¿Qué le parece esta sumisión al silencio de las autoridades, esta reproducción sistemática de los comunicados?

-Es tremendo, creo que se pretende que el periodista sea un lector de comunicados, que realmente haya más periodistas creando información en los gabinetes de comunicación etc que periodistas buscando información. Eso por una parte, por otra creo que es inaceptable dar una rueda de prensa sin preguntas o un presidente que dice lo que quiere desde una pantalla, son unas prácticas que van totalmente en contra del objetivo y la esencia del periodismo y además de su obligación de informar al ciudadano, el ciudadano tiene derecho a saber y los periodistas, como intermediarios, tienen derecho a preguntar, luego el interpelado por supuesto tiene derecho a contestar lo que quiera pero lo que no puede hacer es, ya de entrada, convocar una rueda de prensa sin preguntas. Lo que hay que hacer es levantarse y marcharse, yo lo he hecho, en concreto directamente no acudir a una convocatoria en la que ya se decía que no se admitían preguntas.

-¿Qué pierde la sociedad con un modelo de comunicación tan pobre?

-Pierde claramente la capacidad de tener esos mínimos de información que necesita para formarse una opinión cabal sobre aquellos temas que afectan a cada ciudadano, a sus hijos y en general a la construcción de una sociedad. Y está claro que si uno no sabe se puede equivocar con más frecuencia, es muy difícil tomar decisiones acertadas si uno no sabe, es más manipulable y entonces esas prácticas son y han sido siempre una forma de dominar.

-¿Y qué pierde el periodismo? ¿tiene futuro si delega de su principal misión?

-El periodismo se va a convertir en otra cosa, no tiene ningún futuro, lo que ocurre es que quiero creer que hay mucha gente denunciando esto, profesionales y no profesionales, y espero que lleguemos a un punto de inflexión en donde todo esto cambie, en donde se deje de creer que se está informado cuando realmente lo que se está es entretenido.

-¿Nuestra crisis es solo económica o es también ética?

-No, no es solo económica, es una crisis de valores muy dura y no solo en España, es un modelo que se basa en crear una sociedad de consumidores, es tremendo y es eso lo estamos haciendo: estamos creando una sociedad de consumidores, de súbditos, y no de de ciudadanos, no de personas que piensen. Y eso va mucho más allá de la economía, está claro que hay que estar alerta porque hablamos de la sociedad en la que vivirán nuestros hijos y en la que vivimos nosotros.

Tener por encima de ser

-A esa sociedad de consumidores, que no de ciudadanos, ayuda mucho el periodismo basura

-Claro, para que la sociedad se convierta en una sociedad de consumidores hay que priorizar lo que se tiene sobre lo que se es, y si a uno desde pequeño le van trastocando los objetivos que se consideran importantes, se le dice que es más relevante poseer bienes que ser persona, evidentemente que será una sociedad enferma y el periodismo basura contribuye totalmente a crear ese modelo de sociedad del todo vale y en el que el éxito no tiene que ver con el talento ni con el esfuerzo, y así además se abre el camino para que no haya sanción social a las conductas irregulares, como estamos viendo continuamente, es la impunidad, y una sociedad en la que la impunidad campa es muy difícil que se tomen decisiones que beneficien a la mayoría.

-¿Qué siente cuando ve a alguien que presume en televisión de haber hecho fortuna sin necesitar nunca ir a la escuela? ¿Son normales unos tiempos en los que se presume de ignorante?

-Es la loa total a la ignorancia, el ensalzamiento de la mala educación, de la falta de respeto por el otro, del blanco y negro, del es conmigo o contra mi, de la permanente confrontación, el insulto, la descalificación como forma de relación con el que no está de acuerdo con nosotros en lugar de la búsqueda de consenso, todo eso está conformando, insisto, una sociedad enferma en donde la convivencia va a ser muy difícil.