La "Operación Cormorán" contra el blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico se etiquetó en su día como el mayor golpe policial a las redes de lavado de dinero negro de la droga en Galicia. En la cúspide de la organización se situaba a José Antonio Pouso Rivas, alias "Pelopincho", en paradero desconocido desde hace años (Se sospecha que pudiera haber sido víctima de un ajuste de cuentas por asuntos de narcotráfico). Además del decomiso de los bienes, el fallo de la "Operación Cormorán" condenaba a una treintena de personas como testaferros de "Pelopincho", principalmente su mujer y su amante, así como a otros colaboradores como es el caso del abogado pontevedrés Manuel Franco Argibay.

El juzgado de Caldas y la Fiscalía de Delitos Económicos de Pontevedra investigaron el caso y en un informe realizado al inicio de la instrucción se valoró el patrimonio incautado en unos 15 millones de euros.

Tras conocerse la sentencia del Supremo en noviembre de 2012, la Fiscalía de Pontevedra ordenó a un perito que se realizase una nueva tasación de la fortuna de "Pelopincho" y se comprobó que el paso de los años había devaluado su patrimonio en unos 5 millones de euros. En total, los bienes que iban a pasar a manos del Plan Nacional sobre Drogas tenían un valor estimado de 10.629.708 euros. Sin embargo, según estas últimas informaciones del Plan, el beneficio que va a obtener el Estado de toda esta fortuna va a ser todavía menor al no poder subastar muchos de los bienes e inmuebles por las deudas y cargas que arrastran.