Mapas de localización, cincuenta fichas descripciones y más de 200 fotografías y dibujos dan testimonio en "Arte Rupestre de Galicia" del rico patrimonio prehistórico de la comunidad, un legado al que se dedica esta obra de la que es autor De la Peña Santos con el también arqueólogo Fernando Carrera y el antropólogo Buenaventura Aparicio. "Es una guía", explica el arqueólogo, "no un libro de investigación ni nada por el estilo sino una obra de divulgación para el gran público, planteada como una guía turística, es decir, el que el que quiera acceder al conocimiento de este rico patrimonio de Galicia tenga todas las facilidades, por ello se ha puesto énfasis no solo en hacer una descripción de cada una de las piezas sino accesos, localización etc, fotos, calcos y demás".

-Galicia tiene un ingente patrimonio rupestre. ¿Cuáles son los yacimientos de visita imprescindible?

-Diría que todos los que vienen en la guía, y es que es muy complicado seleccionar, entre otras razones porque interviene el gusto personal y cada uno tiene el suyo para esto y otras cosas, pero diría que todos los que están son imprescindibles, y alguno más que no está, que hemos tenido que prescindir de ellos. También se han incluido otros con una idea de dar una visión de todo el territorio, si nos centrásemos en las referencias exclusivamente técnicas prácticamente no saldríamos de Pontevedra y lo que queríamos no era eso sino dar una visión también de Lugo, Ourense y Coruña, así que incluimos en la guía alrededor de medio centenar, porque hay al menos 50 yacimientos rupestres en Galicia que es imprescindible visitar.

-¿Es el Valle del Lérez el epicentro del arte rupestre gallego?

-Sin duda, el valle del Lérez es la zona más rica en arte rupestre de Galicia, hasta tal punto de que en realidad ahora estamos manejando la posibilidad de denominarlo arte rupestre de las Rías Baixas, en el sentido de que es el foco principal, aquí tenemos el 90% de los ejemplos y todos, todos los diseños, es la única zona de Galicia en donde aparecen todos los diseños, así es que lo lógico sería empezar a conocerlo como arte rupestre de las Rías Baixas.

-¿Qué define al arte rupestre en nuestro entorno?

-Hay dos grandes grupos, el de las cámaras megalíticas, de los grandes dólmenes, que generalmente son pinturas y grabados que se supone que estarían relacionados con una iconografía vinculada al mundo de los muertos, y luego en un momento posterior los petroglifos, al aire libre, y ahora estamos viendo que todos los hitos, los escenarios de ese momento aparecen representados y nos dan una pauta inmejorable para entender la sociedad de su tiempo, por el tipo de escenas que aparecen (y que no aparecen) podemos ver como eran.

-¿De qué arco temporal estamos hablando?

-En el caso de las cámaras megalíticas hemos datado por carbono 14 unas fechas muy precisas, en concreto por ejemplo para el dolmen de monte de Marxos en Rodeiro hablamos de hace 6.000 años, fue destruido y los restos depositados en el Museo de Pontevedra y han sido datados en el 4.000 antes de Cristo, se trata de las pinturas más antiguas que se exhibirán en un museo y será en el Edificio Sarmiento. Eso por lo que respecta al arte megalítico, en el caso de los petroglifos entre el 2.500 y el 2.000 antes de Cristo.

-¿Qué sabemos de las sociedades de ese momento?

-Sabemos bastante, la primera, la de los dólmenes, es la sociedad típica del neolítico, de los primeros agricultores, que comienzan a asentarse en el territorios y construyen la primera arquitectura documentada en Galicia que es la megalítica, en principio bastante igualitaria, de agricultores, su agricultura es muy primitiva y utilizan en general la quema para conseguir un par de cosechas, lo que implica una cierta movilidad.

Nace la revolución agrícola

-Desgastaban el suelo y debían buscar una nueva zona de cultivo...

-Exactamente, ese tipo de agricultura que no conoce los abonos, no podían por tanto estar en un lugar fijo sino tenían que estar moviendo su campamento, algo que se va a acabar, después comienza la metalurgia, van apareciendo toda una serie enorme de transformaciones de tipo social y económico y comienzan a aplicarse los sistemas de cultivo. Es el momento de la revolución agrícola y los campesinos empiezan a tener una vida más estable, más afincada y con un carácter más comercial, de modo que aparece el gran comercio, hablamos de otra población que se relaciona no solo con poblaciones del arco atlántico sino incluso del Mediterráneo y ese cambio social se produce a partir del 2.500 antes de Cristo.