Hace 1.095 días que no saben nada de Sonia Iglesias y desde entonces buscan unas respuestas que no han conseguido: ¿qué le pasó? ¿dónde está? ¿quién es el responsable? Su hermana asume una portavocía familiar que nunca deseó y que, por el momento, no tiene fecha de caducidad.

- Se cumplen tres años de la desaparición de Sonia ¿consiguen acostumbrarse a su ausencia, a convivir con la tragedia?

- No te acostumbras a ella pero la integras en tu día a día. Es algo que forma parte de tu vida y seguirá siendo así hasta que consigamos encontrarla, recuperar al menos sus restos, hasta que sepamos algo

- ¿Confían todavía en poder recuperarla, sino con vida, al menos su cuerpo?

- La esperanza que tenemos es por lo menos poder recuperar sus restos, algo de ella. Esa esperanza sigue estando ahí, tenemos que mantenerla

- ¿Tienen noticias de la Policía o del Juzgado de que el caso se esté reactivando o está todo parado?

- No. Está todo parado. Lo último que supimos, y ya pasó un años, es que su pareja (Julio Araújo) está imputada pero nada más. No ha salido juicio ni nada, está todo parado.

- ¿Temen que la desaparición de Sonia se quede como un caso sin resolver?

- Esperamos y deseamos que no que no se quede en eso pero ese miedo sí que lo tenemos, está ahí presente.

- Su pareja está imputada lo que en su día suscitó ciertas expectativas pero ha pasado un año y no se conocen avances ¿cómo viven esta situación? ¿conoce Alejandro, el hijo de Sonia (y de Julio) estos hechos?

- No sé si las sabe. Es el hijo de mi hermana y no le hacemos estos comentarios. Lo que sí es cierto es que hace un año fue una novedad que nos hizo abrigar esperanzas. Sin embargo al comprobar que no se mueve nada volvemos a estar como quien dice en punto muerto.

- El intento del Juzgado de Instrucción que lleva el caso de pasarlo al de Violencia de Género parece también abortado.

- Exactamente, estamos prácticamente como al principio. Sin saber nada de mi hermana y sin tener ningún resultado del juzgado, ni de la policía. Es muy desesperante.

- ¿Cómo se encuentran sus padres?, ¿cómo los ve?

- Intentando llevarlo lo mejor posible aunque para ellos es más difícil. Han envejecido veinte años. La tienen siempre presente, cada día, es muy duro. Yo al tener una rutina de trabajo, el colegio de la niña, la casa.. . hay momentos que me evado un poco del tema. No lo olvidas pero te distraes y no estás pendiente de ello todos los momentos. Pero mis padres son mayores, ven que pasa el tiempo y tienen esa angustia de que nunca van a saber qué ocurrió con Sonia, que se van a ir sin recuperarla.

- Mantienen el contacto con su sobrino pero ¿existe la posibilidad, barajada en su día, de que viva con ustedes, la familia de su madre desaparecida?

- Nunca hemos perdido el contacto con el niño. Se fue con nosotros de vacaciones en julio, y ahora en agosto está con su padre y recuperaremos las visitas de los fines de semana una vez que empiece el curso escolar. Respecto a la custodia es muy difícil que la pasen de un padre a unos tíos o a unos abuelos si el juzgado no va más allá y no pone encima de la mesa algo más contundente.

- ¿Perciben que la gente de Pontevedra sigue teniendo vivo el recuerdo de Sonia?

- Sí. Muchos comercios siguen teniendo su foto en el escaparate y creo que la gente quiere saber qué pasó con ella, al igual que su familia.

- ¿Les reconforta este apoyo ciudadano?

- Agradecemos que nos sigan apoyando como el primer día y queriendo saber que pasó con Sonia. La gente nos reconforta, nos da consuelo, lo que aún no ha podido hacer la Justicia.