La flota cefalopodera solicitó ayer a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, envíar una expedición, compuesta por representantes políticos y pesqueros, a Bruselas. El objetivo de esta comitiva es dialogar con los eurodiputados para que voten en contra de un convenio que deja en una situación límite a la flota cefalopodera gallega. Al mismo tiempo, se pactó un encuentro entre los afectados y los grupos políticos locales para tratar la situación esta mañana.

Se propone a la Xunta viajar a la capital europea una semana antes de la votación de cuyo resultado depende la aprobación o derogación del acuerdo pesquero y la comitiva propuesta estaría formada por miembros de la Xunta, secretarios de pesca de todos los grupos políticos y una representación de marineros y armadores afectados. La conselleira se comprometió a estudiar la petición y comunicará la decisión en los próximos días.

Por su parte, el representante sindical de la flota considera crucial conseguir un resultado favorable en la votación, "estamos ante la última oportunidad, o ganamos la votación o nos despedimos de Mauritania" sentenció el portavoz. Asimismo, recalcó que, de no recuperar este caladero, podría desaparecer la gran parte de la flota cefalopodera porque no existen otros caladeros posibles.

En la reunión se habló, también, de los esfuerzos de la Xunta para encontrar otros caladeros para los barcos, aunque el representante de la flota sostiene que "si hicieron algo, les salió muy mal", porque en estos momentos "no hay alternativas" concluyó Aboi.

En referencia a la situación de otros posibles destinos para la flota, Aboi destacó que, mientras no se firme el acuerdo con Marruecos no se pueden enviar buques alli. Además sostiene que, como máximo, se concederán cinco licencias y no se garantiza un espacio ni una cuota para la pesca del cefalópodo en el país africano. Sin embargo, desde la consellería apuestan por lograr hasta 16 licencias, algo que los marineros consideran "imposible". El caladero de Gambia alberga ya a dos barcos y sus pequeñas dimensiones imposibilitan que otros barcos faenen en sus aguas. En Guinea Ecuatorial, la UE impide faenar allí a los barcos debido a la actual situación política del país, que no se resolverá hasta finales de año. En Congo y Guinea Conakri, hay barcos faenando y los datos de capturas no son positivos. Una opción válida sería Senegal, país con el que se está negociando un convenio que no recoge la pesca de cefalópodo.

La conselleira Quintana, aun tiene esperanzas de que se modifique el convenio a favor de los intereses gallegos en la comisión mixta que mantendrá la comisaria Damanaki en septiembre, aunque los afectados aseguran que en esa reunión solo se solucionarán los problemas de los pelágicos, mientras que Europa "se olvida de los cefalopoderos".