El entorno del bar de Portocelo acoge las obras de instalación de una nueva fosa séptica de mayores dimensiones.

Las obras, que se culminarán en esta semana, tienen un presupuesto de 1.800 euros y supondrá una mejora sustancial en las instalaciones del restaurante, así como una reducción del impacto medioambiental.

La nueva fosa séptica cumple con las exigencias de la legislación vigente al contar con tres cámaras de depuración, una de sedimentación, otra de oxidación, con su correspondiente chimenea; y un sistema de drenaje en el terreno.

Anteriormente, había un pozo negro que recibía las aguas negras del bar y las procedentes de las filtraciones del terreno. Debido a su baja capacidad era necesario vaciarlo una vez a la semana, lo que suponía un gasto de 500 euros al mes para el Concello.

Por su parte, el BNG critica que el pozo negro mantuviera su actividad contaminante hasta la colocación de la nueva fosa séptica.