Los bomberos de Pontevedra tuvieron que acudir ayer a la calle Cuña Novás para prestar ayuda a una mujer de avanzada edad que se había caído en su domicilio y no podía levantarse. Dado que el inmueble estaba cerrado y la víctima inmovilizada, fue necesario que los bomberos accediesen al interior de la vivienda (ubicada en un primer piso) por una de las ventanas y después abriesen el domicilio a los efectivos del 061 que le prestaron asistencia médica. La Policía Local también colaboró en el operativo.