La Consellería de Medio Ambiente somete a estudio de impacto ambiental el proyecto de la empresa Montajes Tubarmar, dedicada a la gestión y almacenamiento de residuos no peligrosos (chatarras), para desarrollar su actividad en una nave industrial de Coirados, Marín. El proyecto se encuentra en fase de consultas y la empresa ha presentado un informe del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia, avalando su actividad.

La empresa Montajes Tubarmar 2008 S.L., basa su actividad en la manipulación y tratamiento de metales, lo que implica la gestión de los residuos generados.

Además, la industria pretende basar su tarea en el almacenamiento para su posterior venta a un gestor autorizado, de los residuos industriales de naturaleza metálica. La actividad se desarrollará en una nave anexa a la que ya dispone la empresa en el lugar de Coirados.

La propuesta empresarial implica la inscripción de esta firma en el Registro General de Gestores de Residuos de Galicia, de acuerdo a los requisitos legales de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.

El informe ambiental aclara que la actividad se llevará a cabo exclusivamente en el interior de una nave. Tiene estructura metálica y consta únicamente de planta baja, con una longitud de 21,73 metros y un ancho de 15,87, con una superficie total de 344,86 metros cuadrados. Tendrá un cerramiento exterior de pared de ladrillo hasta una altura aproximada de tres metros y panel tipo sándwich hasta la cubierta. La solera del interior de la nave es de hormigón.

Procesos

Los procesos industriales a realizar en la nave se inician con una recepción de descarga desde los camiones. Posteriormente los metales son almacenados atendiendo a su naturaleza: hierro, aceros, aluminio, cobre, plomo, etc. Los materiales son almacenados en el interior de la nave y todo el movimiento de los metales en el interior de la parcela se realiza con una carretilla elevadora.

El proyecto ambiental destaca que todo el metal almacenado estará perfectamente limpio, ya que las piezas que no llegan en estas condiciones son enviadas directamente a otro gestor acreditado para su manipulación. Esto implica que no será necesario someter a los residuos a ningún proceso de limpieza.

La mayoría de estos residuos se envían a un gestor final directamente y parte de los mismos se almacenan en esta nave de Marín. Los metales se recepcionan, clasifican y almacenan en la nave en zonas designadas para ello y es el gestor destinatario el que se encarga de las retiradas.

En cuanto a la plantilla de la nave, se expone que es polivalente y que está constituida por personas con años de experiencia en esta actividad.