Han pasado veinte años desde que Begoña, profesional en activo de 48 años, decidió abortar. Afirma que fue una decisión "libre y meditada" que "tan solo hablé con mi pareja de entonces, que no solo respetó mi decisión y me acompañó en todo momento sino que, incluso, creo que para él fue un alivio". Lo único que siente, confiesa, es que para interrumpir su embarazo "la ley me obligó a mentir" ya que la de supuestos, entonces en vigor, no contemplaba la libre decisión de la mujer como causa de aborto, así que la intervención se hizo bajo el amparo "de daño para la salud psíquica de la madre" que certificó un psicólogo. Su propia experiencia,recalca, la lleva a declararse partidaria de la ley de plazos actual y a criticar la modificación que plantea el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Galardón y que ella no duda en califica "un retroceso y un menosprecio" de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer. Lamenta que quiera imponer una moral única lo que no es óbice para que añada"claro que respeto a las mujeres que no quieren abortar, faltaría más, pero es una decisión privada".