Varios vecinos del centro manifestaron ayer su malestar por el estado actual en que se encuentra la conocida popularmente como "Casa de Crucita", situada en el número doce de la calle do Sol, y que actualmente está ocupada por una pareja de toxicómanos, quienes viven de forma ilegal en el edificio acompañados por un perro, según explican varios residentes en la zona.

Ambas personas comenzaron a frecuentar el interior de la casa hace alrededor de un mes, después de que lograran acceder por una puerta próxima a la tienda de moda sita en aquel lugar.

Una vez forzada la cerradura, aseguraron la entrada con una cadena y un candado, según denunciaron algunos de los vecinos, quienes lamentan que en tan corto periodo de tiempo ha desaparecido buena parte del mobiliario del céntrico domicilio, al mismo tiempo que el abandono y la suciedad se han hecho patente. Desde 1999 y hasta su clausura definitiva en 2006 el edificio fue un centro de acogida para menores gestionado por la Xunta.