El Concello de Pontevedra está a punto de cumplir las exigencias del Gobierno central sobre el plazo medio de pago de sus facturas, después de un año de intensa campaña de agilización de estos abonos. Con un horizonte exigido de saldar las deudas con los proveedores a los treinta días de recibir la factura, el Concello ha logrado establecer ese plazo en los 33,54 días, lo que supone menos de la mitad de lo que se tardaba hace doce meses.

Así se pone de manifiesto en el último informe que cada tres meses deben elaborar los servicios económicos municipales para su remisión a la Xunta y al Ministerio de Economía, dentro de las medidas estatales de control del gasto. Este informe detalla que en el primer trimestre de 2013 el Concello abonó unas 1.100 facturas por un importe de 7.630.716 euros, de los que 4,5 fueron abonados dentro del periodo legal y otros 3,1 con un exceso de menos de 16 días. Este exceso también se ha reducido a la mitad desde 2012. La media de ambas modalidades deja un plazo total de 33,54 días, según destacó ayer el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, quien también quiso subrayar que "Pontevedra paga, que es algo destacable en estas circunstancias, y además lo hace con prontitud".

Hace poco más de un año, en el primer trimestre de 2012, la tardanza media era de 76,62 días y el ejercicio anterior se cerró ya con una rebaja hasta las 39,24 jornadas.

Balance de 2012

Durante el ejercicio pasado, el Concello saldó un total de 34.014.000 de euros en facturas, de los que 18 millones (el 53%) se abonaron dentro de los límites legales y los 13,9 restantes fuera de plazo. Sin embargo, la mayor parte de este desfase se produjo en los primeros seis meses del ejercicio, cuanto el retraso medio de pago osciló entre los 77 y los 52 días. A partir del verano, cuando el Gobierno central dictó sus normas al respecto, el Concello puso en marcha un plan de agilización del proceso que permitió en septiembre reducir el retraso a 42 días y cerrar el año en 39. De hecho, en el último trimestre se lograron abonar en plazo casi siete millones de euros, mientras que más allá de esos límites se saldaron dos millones más, con un plazo medio de setenta días.

Más agilidad

Cada tres meses, los servicios económicos del Concello deben elaborar un informe para su entrega al Ministerio de Hacienda. El correspondiente al arranque de 2013 será analizado el lunes por el pleno de la corporación. En él se recuerda que en todo este ejercicio el plazo máximo exigido será de 30 días, frente a los 40 de 2012, y con respecto a los tres primeros meses explica que en aquellas facturas que no se pudieron pagar en plazo se registraron problemas como "demoras en la conformidad" de la documentación" o "demoras como consecuencia del convenio firmado con la Agencia Tributaria" y que supone que antes de realizar cada pago, se informa a este órgano por si el acreedor arrastra alguna deuda tributaria. En este proceso se llegan a necesitar siete días que retrasan el pago. Eso sí, a cambio de esas información, el ministerio también facilita igual trato al Concello a la hora de cobrar las tasas e impuestos municipales.

Con el objetivo de rebajar aún más el plazo de pago y llegar a los 30 días exigidos, el informe técnico apela a la implicación de todos los servicios gestores del gasto para lograr una mayor agilidad en la tramitación de las facturas".