"Llegué a robarle a mis hijos dinero de sus huchas para poder jugar". Esta frase la pronunciaba ayer J. V.P., un exvendedor de seguros que se sentó en el banquillo de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra acusado de un delito de apropiación indebida al quedarse con el dinero de pequeños inversores de la comarca que pensaban que estaban contratando un producto o una póliza de las compañías para las que trabajaba. Durante el juicio, esta persona reconoció que padecía ludopatía y que por eso se apropiaba de grandes cantidades de dinero que le entregaban sus clientes para formalizar pólizas o compra de valores que él nunca llegaba a tramitar ante las compañías para las que trabajaba, AXA y Mapfre, quienes se presentaron ayer como acusación particular.

Ponte Caldelas y A Lama

En total, el escrito de acusación del fiscal contabilizaba un total de 17 afectados, la mayoría en el entorno de Ponte Caldelas y A Lama. En algunos casos, el acusado reconoció que se llegó a apropiar de cantidades cercanas a los 47.000 euros que los clientes creían que habían dedicado a la compra de valores en Mapfre.

Los afectados explicaban ayer en la Audiencia que, afortunadamente, "las dos aseguradoras respondieron y se hicieron cargo de igual forma de las pólizas" por lo que pudieron recuperar su dinero. No obstante, AXA y Mapfre reclaman, como es lógico, la cantidad de la que se apropió el acusado, tal y como el mismo reconoce y que asciende a 75.000 euros en el caso de AXA y 231.000 euros en el de Mapfre.

El acusado explicó que antes del juicio ya entregó algunas cantidades de dinero y que hoy estaba dispuesto a entregar otros 7.000 euros y a abonar mensualmente 250 euros hasta zanjar su deuda con las aseguradoras.

Ante este compromiso, el fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, optó por aplicarle dos circunstancias atenuantes (la de anomalía psíquica por la ludopatía y la de reparación del daño) por lo que rebajó la pena de seis años que solicitaba inicialmente a una de dos años de prisión. Explicó además, que no se opondría a una suspensión de la pena a condición de que el acusado cumpla con los pagos que se comprometió a realizar.

Las aseguradoras, por su parte, no están convencidas de que el acusado vaya a restituirles este dinero y aseguran que hasta entonces no creen que sea aplicable esta atenuante de reparación del daño. Solicitan que se le imponga al acusado una pena de tres años de cárcel por parte de AXA y seis años en el caso de Mapfre.

El acusado reconoció ante el tribunal que lleva casi 6 años a tratamiento de su ludopatía, que aún sigue hoy en día, pero que desde que empezó no ha vuelto a jugar, teniendo prohibida la entrada a salas de juegos y casinos.