Una treintena de puestos de trabajo, más de 200 plazas de aparcamiento y una superficie comercial de casi 2.600 metros cuadrados. Son algunas de las cifras que manejan los promotores del hipermercado de Andurique a la espera de que Patrimonio desbloquee la actuación. Si esto se llega a producir, desde la sociedad Carabaspo SL aseguran que se podría inaugurar el recinto tras solo un año de trabajos. Eroski sería la encargada de explotar comercialmente el negocio según ya han acordado con la firma vasca los impulsores de este plan para la parcela de la finca Besada que queda pendiente de desarrollo.

El plan está a punto de cumplir nueve años desde que se adquirió la finca como una de las partes urbanizables de un área con viviendas y espacios dotacionales, así como para aprovechamiento terciario. Obtenida la licencia municipal ya en la pasada década, el mayor escollo de los promotores pontevedreses pasa por lograr el visto bueno por parte del organismo que depende de la Xunta. Si finalmente se superan las diferencias entre los promotores (que cuentan con el respaldo municipal al considerar que se ajustan al PXOM en vigor) y la Administración autonómica, el inicio de los trabajos podría producirse en breve plazo para desarrollarlos durante un período que no excedería los 12 o 13 meses.

El proyecto plantea aprovechar el desnivel existente en la esquina de la parcela que limita con la PO-308 y el vial que sube, junto a la clínica hospitalaria, hacia la nueva urbanización, con un jardín en la azotea. El edificio ocuparía, según mantienen los promotores, el espacio conocido como huerta de la antigua finca de los Besada y no del jardín, cuestión que motiva parte de las diferencias con Patrimonio.

Muro integrado

Según se muestra en las recreaciones gráficas, el diseño arquitectónico trata de integrarse en el entorno mediante, además de culminar el techo con un jardín transitable, el aprovechamiento de algunos elementos del muro actual. La fachada, tal y como se ha presentado, sería de cristal protegida por una celosía en cemento blanco. De hecho, la entrada principal estaría flanqueada por las dos columnas que sostienen el ahora restringido acceso por el extremo de la parcela en sentido Pontevedra.

Los responsables del proyecto han llegado con Eroski a un acuerdo para que se haga cargo de la explotación comercial de la superficie. Algo que se produjo después de meses de negociaciones y en las que también la alemana Lidl estuvo inmersa.

Sin embargo, salvo inesperados cambios que se puedan producir, será la distribuidora vasca la que amplíe su número de establecimientos en la comarca. Será con una superficie que se ubica a medio camino entre supermercado e hipermercado. En cualquier caso, tras el Carrefour ubicado en A Barca, será la segunda superficie comercial más grande del municipio.

Por otro lado, la ubicación del supermercado, al lado de una carretera de elevada intensidad de tráfico, camino de las playas y con un acceso muy próximo a la AP-9 han sido algunos de los principales motivos que han dado pie a este proyecto. En estimación de que la afluencia de público sería significativa, figuran 200 plazas de aparcamiento que, en principio, están planificadas bajo rasante.