"La única mejora que se le hizo al margen izquierdo del río fue la limpieza de hace dos años, ¿Que por qué ese abandono?, porque es un sitio del que no se preocupa nadie", sentencia José Carlos Sarmiento, quien asegura que la zona se mantiene igual desde hace 20 años. "No hubiera costado nada hacer una acera en este margen en el que aparcan los coches indiscriminadamente. A veces, no tenemos sitio ni para pasar. Ni la ambulancia puede hacerlo", comenta. Así pues, a la falta de apoyo vecinal, se suma el desgaste que supone que ninguna de sus peticiones sean escuchadas. "Antes conseguías cosas, pero últimamente nada. Logramos lo más mínimo y después de insistir mucho", asegura, mientras subraya un caso clarificador: "Tuvo que caerse una niña al río para que cambiaran una barandilla en mal estado". "Es denigrante que cuando llueve toda la tierra de la zona de las palmeras vaya a parar a la carretera de la avenida Reina Victoria, frente al Sánchez Cantón. Solo hay que instalar un registro y canalizar las aguas. Se lo planteamos a Luis Bará en 2009 y únicamente arreglaron el otro paso de peatones, el más cercano a la Audiencia Provincial", explica. Así pues, con la extinción de este colectivo se apaga la voz de unos vecinos que son marginados por la administración local, según el presidente. "En el Monte do Taco hay unas escaleras que no se tocaron desde que yo nací. Tras varias reuniones decidieron mejorarlas: le pusieron un tubo pintado para que hiciera de pasamanos. Es digno de mención. En vez de arreglar las escaleras, las parchearon de mala manera y siguen estando como hace medio siglo", concluye Sarmiento.