La principal actuación de reforma urbana del Concello en todo el mandato, la remodelación integral de la calle Santa Clara, ya está en marcha. El gobierno local ya ha colgado en su "perfil del contratante" el concurso para adjudicar estas obras, con un presupuesto de 703.000 euros (financiados en dos ejercicios. 300.000 euros este año y los 402.909,80 restantes en 2014), con el objetivo de que antes del verano esté firmado el contrato, si bien el inicio de las obras podrían demorarse hasta septiembre.

Esta obra, con las que se estrena la parte socialista del Concello en estos menesteres tiene un plazo de ejecución de 13 meses y permitirá ensanchar aceras y renovar servicios en todo el vial, darán especial protagonista al atrio de la iglesia conventual de Santa Clara y a la plaza de José Martí, situada en la confluencia con Cobián Roffignac y donde se diseña una profunda remodelación, en parte destinada a evitar la proliferación de "skaters", cuyas evoluciones levantan las quejas vecinales.

Filtraciones

Al margen de las actuaciones en superficie, se trabajará en los servicios subterráneos, ya que la calle de Santa Clara cuenta con redes de saneamiento y recogida de aguas pluviales muy antiguos y hay problemas de filtraciones en los sótanos y garajes. El diseño total abarca un área de 3.000 metros cuadrados a lo largo de los 265 metros de longitud total de la calle, donde se ampliarán las aceras, que pasarán a tener anchos entre 1,80 y 2,50 metros, en algunos casos más del doble que en la actualidad. Estarán rematadas en loseta gris de gran formato. El carril de tráfico rodado tendrá un ancho de 3,30 metros y se ejecutará en hormigón semipulido. Toda la plataforma quedará configurada al mismo nivel, con bolardos en los puntos donde sea necesario. Se reservan diez plazas de aparcamiento (ahora hay 18) en dos franjas a cada extremo del vial. Ambas se situarán del lado derecho (al revés que ahora) para coincidir con el sentido de la marcha.

Ante el convento de Santa Clara se recuperará el atrio tradicional, tratando de acercarse al aspecto que muestran fotografías de principios del siglo XX y otra documentación histórica. Los parterres elevados actuales, sostenidos por muros, serán eliminados, al igual que la escalera. El frontal de la iglesia quedará delimitado por un atrio pavimentado en piedra de unos 800 metros cuadrados y una pequeña barrera de una piedra separará longitudinalmente el futuro atrio del carril de circulación. La iglesia conventual y los dos tramos de muralla existentes a ambos lados serán iluminados con criterios artísticos.