Un examen exhaustivo de la actividad diaria del Mercado de Abastos, con entrevistas a todos sus vendedores ha permitido detectar las "ventajas" e "inconvenientes" que presenta uno de los principales puntos de atracción del centro histórico. El estudio, entregado ya a los usuarios, tiene el principal objetivo de poner freno a la decadencia que padece la Plaza desde hace unos años, si bien no entra en algunos de los aspectos más urgentes, como es la subasta de los puestos vacantes y el uso definitivo que se pretende otorgar a la planta alta, la menos ocupada y de más bajo uso.

En todo caso, el Concello, impulsor de este diagnóstico, confía en que sus conclusiones sirvan para dinamizar este recinto, en colaboración con las inspecciones de Sanidade y Traballo, si bien se admite que aún queda trabajo por delante, toda vez que el citado examen detecta una veintena de "puntos fuertes" en los que destaca el Mercado, como la calidad y exposición de sus productos o la atención al cliente, pero por contra rozan la treintena los "puntos débiles" que es necesario mejorar, como el etiquetado, la exhibición de los precios o la recogida selectiva de basuras, entre otros.

Pescados y mariscos

El análisis se realizó en tres fases, vinculadas a los puestos de pescado por un lado, los de carnes por otro y, en tercer lugar, el capítulo de "varios" que engloba al resto de productos. Los puestos de pescado y marisco, que constituyen el principal foco de atracción de la Plaza por la tradicional calidad y frescura de sus productos es la que, en este diagnóstico aparece con menos puntos fuertes, apenas cuatro: "envases adecuados para los alimentos; la indumentaria que utilizan los trabajadores se encuentra limpia; los útiles para la manipulación de los alimentos son adecuados y están en buen estado; y los productos de limpieza usados son los correctos". En cambio, son diez los aspectos que se deben mejorar: "orden y limpieza de los puestos; adecuación de las instalaciones; cumplimiento de las condiciones específicas del mercado (horario); cumplir las condiciones de potabilidad del agua; etiquetado de los productos (origen, precio); documentación sanitaria de los productos y su correcta exposición; control adecuado de la temperatura de refrigeración de la mercancía; hábitos del personal de los puestos; higiene de los útiles empleados en los puestos; y segregación selectiva de residuos".

La carne, segundo factor

En cuanto a la carne, el segundo gran apartado de la Plaza, las ventajas son más numerosas (11) y incluso superan a los defectos (10) Estos últimos son el "orden y limpieza del puesto; adecuación de las instalaciones; cumplimiento de las condiciones específicas del mercado; etiquetado de los productos; documentación sanitaria de la mercancía y su correcta exposición; hábitos de gestión de residuos; información completa de los precios; control adecuado del registro de temperaturas de las cámaras; higiene de los utensilios; y segregación selectiva de residuos". Frente a estos "puntos débiles", los puestos de carne pueden presumir de un "adecuado tratamiento de los productos; cumplimiento básico de las normas de envasado; adecuados hábitos de higiene de los trabajadores, útiles adecuados y en buen estado; cámaras frigoríficas correctas; adecuado almacenaje en el frigorífico y fuera de él; correcta temperatura de conservación; adecuados productos de limpieza y atención al cliente".

Otros puestos

En cuanto al resto de puestos, se destacan en el estudio aspectos como la limpieza y el orden de los puestos, envases adecuados, indumentaria correcta, y atención al cliente, entre otros, pero es necesario mejorar en el etiquetado de los productos y su exposición, documentación sobre la trazabilidad, separación de basuras o control de la contaminación cruzada, entre otros".

Este análisis específico del Concello se suma a otro estudio realizado por la Dirección Xeral de Comercio de la Xunta, basado en varias Plazas gallegas pero que se puede aplicar perfectamente a la pontevedresa, puesto que en el documento se pone de manifiesto que el cliente-tipo es una mujer de más de 50 años, lo que pone de manifiesto que la clientela creció con los Mercados. Por ello, la Xunta insiste en la necesidad de "buscar al cliente joven", una cruzada en la que está empeñado desde hace tiempo el recinto del casco viejo, si bien no se ha implicado de lleno en las nuevas tecnologías como fórmula de promoción, ya que a ellas acude cada vez más la juventud.