Pontevedra sumó en 2012 un año más sin lamentar víctimas mortales en accidente de tráfico en su casco urbano. Desde 2006, son ya cuatro los ejercicios que se cerraron sin muertes sobre el asfalto en la ciudad, con las únicas excepciones de 2009 y 2011 (con dos y una víctima mortal, respectivamente). Nadie duda, ni siquiera desde organismos oficiales como la DGT o la Unión Europea que concedieron premios importantes a la capital en esta materia, que la ciudad del Lérez se ha convertido en una referencia en materia de seguridad del tráfico tanto por su modelo urbano como por las medidas impulsadas, como es el caso de la entrada en vigor de la "zona 30". Actuaciones que motivaron que el número de accidentes con heridos bajase de los 177 de 2006 a los 155 de 2010 (año de entrada en vigor de la "zona 30"), y finalmente a los 127 del pasado ejercicio. Medidas que también permitieron que, mientras en 2007 el número global de siniestros se situaba por encima del millar, en los últimos cuatro ejercicios fluctúe en torno a los 845, dato que se registró en 2012.

El análisis de la memoria de la Policía Local presentada ayer señala que en el último ejercicio las cifras de siniestralidad vial en el casco urbano de Pontevedra siguen siendo buenas, pero se detectan ciertas dificultades para continuar con el descenso pronunciado de los últimos años. De hecho, en algunos apartados, como el número total de accidentes o el de heridos graves, se producen pequeños repuntes. ¿Está Pontevedra ante su particular límite en materia de seguridad vial? El intendente-jefe de la Policía Local no lo descarta. "Es lo que estamos analizando ahora, nosotros vamos a seguir trabajando para continuar con este descenso", pero reconocen que "después de años logrando hacer bajar las cifras, llega un momento en el que tocas fondo" y es difícil continuar mejorando las cifras de accidentes y heridos. También la concejala de Seguridade Cidadá, Carme Dasilva, habló de "cifras de resistencia" de las que es difícil bajar.

Es así como explican, por ejemplo, que el número total de accidentes de tráfico registre un pequeño repunte pasando de 826 (2011) a 845 (en 2012, o que el número de heridos graves (todos aquellos que requirieron hospitalización), también crezca de 9 en 2011 a 21 en el pasado ejercicio.

Pocos atropellos

La esperanza de que se pueda continuar mejorando llega por ejemplo de la mano de las cifras de siniestralidad entre los peatones. En la ciudad se registraron 37 atropellos en 2012, frente a los 50 del anterior ejercicio. En este apartado Pontevedra continúa imponiéndose a la tendencia provincial y gallega en donde los atropellos son un mal endémico. De los 37 peatones que fueron arrollados por un vehículo en Pontevedra el pasado año, tan solo 12 requirieron asistencia hospitalaria. El resto sufrieron heridas leves. "Que en una ciudad como Pontevedra solo una docena de peatones tengan que recibir cuidados médicos por atropellos a lo largo del año únicamente se explica gracias a que medidas como el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora funciona", explicaba Carme Dasilva. "Lo que importa es analizar las tendencias", añadió, al tiempo que recordaba que los 845 accidentes que se registraron en el casco urbano, se saldaron con 106 heridos leves y 21 graves.

Los datos también son buenos entre los vehículos de dos ruedas. De los 82 accidentes que se registraron en la ciudad en los que se vieron implicados motocicletas o ciclomotores, tan solo en 7 de ellos precisaron asistencia hospitalaria y otros 36 fueron de carácter leve.

Los datos sobre la siniestralidad entre los ciclistas también son halagüeños en una ciudad en la que se está extendiendo el uso de la bici: Hubo 14 siniestros y solo en uno de ellos se registró un herido que necesitó asistencia médica. Siete fueron con daños materiales y seis ciclistas sufrieron heridas leves.