La calle Otero Pedrayo, entre O Marco y la estación del ferrocarril y donde se encuentra el albergue de peregrinos, será cortada al tráfico desde el próximo lunes durante al menos dos semanas debido a las obras del AVE. El cierre está previsto en principio solo en un carril, el de entrada a la ciudad, si bien pueden surgir sorpresas durante los trabajos. De hecho, en los anteriores cortes de calles en el casco urbano ya se produjeron retrasos y variaciones sobre las previsiones iniciales. Como ejemplos, solo hay que recordar los casos de Loureiro Crespo, Santa Margarita, la entrada al barrio de A Seca, la avenida de Buenos Aires y Médico Ballina.

Otero Pedrayo se une ahora a esa relación de viales afectados, aunque en este caso no se trata de trabajos directamente vinculados a la instalación de vías o ampliación de túneles sino que las obras se centrarán en el cambio de una tubería de abastecimiento de agua que discurre por eje de la calle, según informó ayer el Concello, que no menciona posibles restricciones en el servicio en la zona.

Alternativas

Ante la esperanza de que el cierre solo afecte a un carril y se permita circular por Otero Pedrayo para salir de la ciudad hacia la rotonda de O Marco, la Policía Local solo ha establecido alternativas de acceso al casco urbano desde esa glorieta. Se aconseja a los conductores que en lugar de enfilar la calle Otero Pedrayo prosigan recto por Conde de Bugallal hasta llegar al nuevo puente sobre las vías del tren entre A Parda y A Eiriña. Desde ahí ya es posible tomar varias direcciones por Doce de Novembro y Eduardo Pondal. En todo caso, el tránsito peatonal, entre ellos el de los peregrinos que realizan el Camiño Portugués, no parece que resulte afectado.

Los trabajos del AVE en el casco urbano todavía tienen varios frentes abiertos pero en las últimas semanas se han concentrado precisamente en el entorno de Otero Pedrayo, en especial en la calle Entrevías y en la propia estación ferroviaria. De hecho, estos trabajos generan desde hace semanas malestar entre los vecinos por los cortes imprevistos o el deterioro que padece el vial. Los afectados señalan que la calle Entrevías se ha convertido en el principal acceso hacia las obras para adaptar la estación a la alta velocidad y la empresa que ejecuta los trabajos instaló en su día vallas de cierre y desplazó los contenedores. Con parte de estas anomalías resueltas, los vecinos aún esperan que se reparen los daños en el pavimento por el que pasan a diario, según sus quejas, camiones de más de 50.000 kilos cuando el límite es de 8 toneladas.