Visto para sentencia. Después de tres sesiones de vista oral, ayer finalizó el juicio contra tres vecinos de Vilaboa acusados por el fiscal de abusos sexuales continuados a una joven de esta localidad que padece un retraso mental moderado y que, según el fiscal y el abogado de la víctima, era menor de 13 años en el momento en el que se produjeron parte de los hechos.

Mientras que la Fiscalía mantuvo su petición de 9 años de prisión para cada uno de los implicados, ayer trascendió que la acusación particular eleva su petición de condena a una pena ejemplar. El abogado de la familia de víctima reclamó la imposición de 45 años de prisión para los acusados Enrique C. C. y José Diego G. R., así como de 30 años para Aníbal M. F., es decir, quince años por cada uno de los delitos de agresión sexual que imputa a los acusados. Uno por cada uno de los encuentros sexuales en los que supuestamente forzaron a la menor.

La jornada de ayer, la tercera de juicio, sirvió para que cada una de las partes expusieran al tribunal sus conclusiones definitivas. El fiscal considera que la prueba practicada es suficiente para demostrar que existió un delito continuado de abusos sexuales sobre la menor en el que los acusados se aprovecharon de la minoría de edad y del retraso mental moderado de la joven para obligarla a mantener relaciones sexuales con ellos "no consentidas en ningún caso".

Para ello se basa en la declaración de la propia víctima, que calificó de "coherente y constante durante todo el procedimiento". Tanto el fiscal como la acusación particular destacaron el informe de los peritos en el que se le daba mucha credibilidad al testimonio de la víctima dado que "su retraso mental le impide general un relato tan complejo".

También recordaron que dos de los acusados reconocieron en su declaración ante la Guardia Civil haber mantenido relaciones con la joven, algo que ahora niegan. Aseguraron que estas afirmaciones se debieron a presiones de los agentes.

La defensa de los acusados intentó poner de manifiesto contradicciones en la declaración de la víctima y aseguran que no hay pruebas para condenar a sus respectivos clientes. Añaden que no se pudo demostrar que la víctima tenía menos de 13 años cuando se produjeron los hechos "con un baile de fechas que crea una gran indefensión para los procesados".

El letrado de Enrique C. C. también pidió que, en caso de condena, se le aplicase a su defendido la eximente de anomalía psíquica. El fiscal reconoció que este acusado tiene un "coeficiente límite" pero que esta circunstancia no influye en los hechos.