Con el inicio, oficialmente ayer, de las obras del proyecto de Acuanorte, los vecinos de Poio acogen con optimismo el comienzo de unos trabajos que tienen el objetivo de terminar con los problemas de roturas y reventones frecuentes que sufre la tubería general de abastecimiento que atraviesa el municipio, bajo la PO-308. El alcalde, Luciano Sobral, confía en que en un año acaben las constantes averías en las canalizaciones.

Uno de los últimos fallos, ocurrido hace menos de un mes en la avenida de Peirao Besada, provocó la inundación de la calzada más próxima y afectó a una casa desocupada situada en las inmediaciones. En este sentido, los vecinos de la zona ya han mostrado en reiteradas ocasiones su malestar ante los inconvenientes -cortes de agua, inundaciones o retenciones de tráfico- que les generan estas roturas en su vida cotidiana. En este sentido, Sobral reconocía ser consciente de las molestias que éstos sufren y recordaba como las mejoras incluidas en el proyecto de Acuanorte pondrían fin a estas averías frecuentes.

Así pues, con un plazo de ejecución de 19 meses, está previsto que las obras concluyan a finales de 2014 o a principios de 2015, en el caso de que se produzcan demoras.

Sin apertura de zanjas

Los trabajos comenzaron ayer con la excavación de los agujeros que servirán como pozos de ataque para sustituir precisamente la tubería del suministro que ha generado tantos problemas en los últimos años. En este primer tramo, desde A Porteliña hasta A Barca, la técnica empleada abrirá unas catas de diez metros por uno y medio cada medio kilómetro, un método que, según la empresa, contribuirá a que los trabajos se desarrollen con una mayor rapidez, alcanzando un mayor rendimiento y, además, se disminuirán los costes de ejecución. Pero, sobre todo. se evitará la apertura de zanjas de modo que los nuevos tubos se pueden ir introduciendo a partir de los huecos abiertos en el arcén.

Se ha optado por la utilización de esta novedosa tecnología, denominada "closefit", para intentar perjudicar lo menos posible a la fluidez del tráfico, algo que será un reto constante para estos trabajos. En este sentido, de cara a la temporada estival y ante el lógico aumento de la circulación, los responsables de la compañía pública tienen previsto paralizar las obras.

Según la hoja de ruta del proyecto, será en agosto cuando comiencen los trabajos de ejecución de otros elementos imprescindibles como las diversas conducciones que comunicarán el embalse de Pontillón, la ETAP de Lérez y el depósito de esta parroquia.