"Prepotencia, abuso de poder" por parte de Fomento o "cacicada" son algunas de las palabras empleadas con más frecuencia por los vecinos de la calle Entrevías para definir la manera en la que se estaban desarrollando las obras del AVE en este pequeño vial cercano a la estación de ferrocarril. La citada calle se ha convertido en el principal acceso hacia las obras que tienen como objetivo adecuar la estación pontevedresa a la alta velocidad ferroviaria.

Aunque el malestar con la empresa que ejecuta las obras para Fomento se mantiene, en los últimos días la situación de los vecinos se ha aliviado bastante, puesto que se han adoptado algunas de las medidas que reclamaban como la retirada de las barreras de obra "que nos tenían aislados" y que les obligaba "a circular 400 metros marcha atrás" para salir del barrio. Una primera batalla que los vecinos han ganado al AVE gracias a la mediación del Concello, en especial del concejal Luis Bará. Los representantes vecinales quisieron manifestar ayer expresamente su agradecimiento a Bará, así como a los responsables de Cespa puesto que obligaron a los responsables de la obra del AVE a colocar los contenedores de basura en su anterior ubicación. La concesionaria de las obras los había movido sin permiso creando un grave problema de seguridad vial para los vecinos que tenían que cruzar la calle en una curva sin visibilidad para depositar las bolsas de basura.

Con algunas de sus peticiones ya resueltas, los vecinos continúan a la expectativa para que se reparen los daños que las obras han causado, por ejemplo, en el pavimento de la calle. Por ella, aseguran, pasan a diario camiones de más de 50.000 kilos cuando el límite es de 8 toneladas. Los vecinos dicen tener el compromiso de Bará de que en esta calle se acometerán mejoras en cuanto finalicen las obras de la Alta Velocidad.