La ciudad vio nacer 65 empresas en los primeros cuatro meses del 2013, dos más que los que dieron un paso al frente entre enero y abril del pasado año. En el conjunto de la provincia, y también en el primer cuatrimestre, se constituyeron 564 sociedades mercantiles y en este caso fueron un 8,4% menos -52 menos en términos absolutos- que las registradas en el mismo período del 2012.

Son datos que recoge el Instituto Galego de Estadística y que dejan constancia de que, por lo que se refiere al último año, la capital se erige como un pequeño "oasis" de emprendimiento y también de resistencia empresarial al cierre, lo que queda en evidencia en el registro municipal de actividades económicas en el que se puede constatar que el 2013 arrancó con 6.103 negocios "vivos", de los que 640 saldaron el IAE (tributo obligado para firmas que facturan más de un millón de euros anuales). Estas cifras aunque idénticas a las del año anterior están muy alejadas de las registradas en el año que estalló la crisis, el 2008, cuando las actividades económicas dadas de alta en el censo municipal ascendían a 12.857 y las empresas que saldaban cuentas con el concello eran 999.

Ambas circunstancias -resistencia numantina al cierre y creciente apuesta por el emprendimiento- tiene mucho que ver con la configuración del tejido económico local, sustentado en pymes, microempresas y firmas unipersonales que en un alto porcentaje tienen un carácter familiar. Son negocios que capean la adversidad en el "umbral de la supervivencia", en palabras del presidente de Aempe, José María Corujo, o en el caso de las sociedades de nueva creación que tratan de abrirse paso con ideas innovadoras y con vocación de servicio.

De acuerdo con un informe sobre el mercado de trabajo elaborado por la CEP, los emprendedores pontevedreses, independientemente de que lo sean por vocación o por necesidad, encuentran en las actividades contables y jurídicas y en las asistencias industriales y empresariales los principales "nichos" de actividad y empleo. Un filón que se suma a actividades terciarias con un tradicional fuerte peso económico en la ciudad del Lérez como son el comercio y la hostelería.

Si el foco se pone sobre el conjunto de la provincia, el primer cuatrimestre del año vio alumbrar 564 nuevas empresas para cuya constitución sus promotores hicieron inversiones por un total de 27,8 millones de euros. Son cifras sensiblemente inferiores a las registradas un año antes ya que, de acuerdo con las series estadísticas del IGE, de enero a abril de 2012 se radicaron 612 nuevas sociedades mercantiles en el ámbito provincial para lo que se hicieron desembolsos por valor de 37,4 millones.

Las dificultades que atraviesan las empresas, en gran medida ligadas a la falta de acceso al crédito y a la caída del consumo, queda en evidencia al constatar que 249 firmas pontevedresas optaron por hacer una ampliación de capital para salir adelante, dimensionarse y abrirse o profundizar en la internacionalización en los primeros cuatro meses del año. Se inyectaron 118,5 millones de euros.