Tras la presentación de las cerca de 600 alegaciones al Plan Xeral de Ordenación Municipal de Caldas de Reis, el alcalde, Juan Manuel Rey cree que la aprobación provisional podría producirse en el mes de septiembre ya que calcula que en el plazo de tres meses las alegaciones estarán contestadas.

Las parroquias que más quejas presentaron fueron por este orden Caldas, Saiar y Bemil, San Clemente, Arcos, Godos, San Andrés, Carracedo y Santa María. El 70% aproximadamente de las cerca de 600, solicitan la ampliación de los núcleos de población, para poder incluir parcelas lindantes con el mismo. Otra de las características de estas quejas presentadas por los vecinos plantean la inclusión de sus solares en suelo de núcleo urbano consolidado, frente a su clasificación como suelo de núcleo urbano no consolidado.

Una tercera característica que puede sacarse del análisis de las alegaciones es que dentro del 10% restante, se incluye un poco de todo, destacando las que manifiestan errores en la cartografía del PXOM (al no incluir viviendas de reciente construcción) que dió lugar a errores en la clasificación, así como alegaciones en disconformidad con el trazado de calles de nueva apertura, y rechazando las ordenanzas de edificabilidad, alturas, etc. Por último hacen referencia a incumplimientos de convenios urbanísticos.

Cabe reseñar también que media docena de alegaciones, incluidas las de los partidos políticos (PP, IDcR y Anova) tienen un carácter general por su variedad temática y por afectar a diversas zonas del municipio. Por último, resaltar que los núcleos rurales y casco urbano no consolidados, las zonas donde se concentran las alegaciones es sobre la recta de Veigas de Almorzar y en la recta de Arcos da Condesa. A partir de finales de este mes, el Concello prevé que comiencen las reuniones con la Xunta para ir preparando los trámites que permitan la aprobación provisional para mediados de septiembre.

El PXOM prevé la regularización de 200 viviendas con problemas legales y estima un máximo de 2.367 inmuebles de nueva construcción, la mayoría en el casco urbano. A lo largo del proceso de elaboración del plan se constató la existencia de una media de veinte viviendas por parroquia en las que se apreciaban circunstancias que las dejaban en situación no reglamentaria.