Seis meses después de aprobarse en el pleno de noviembre pleno la moratoria por la que se suspendió durante un año la concesión de licencias para la instalación de crematorios en el municipio, el gobierno local ya tiene elaborada la propuesta de modificación urbanística que fijará los límites y las normas para ubicar estas instalaciones. El concejal de Urbanismo, Antón Louro, desveló ayer que la propuesta técnica, ultimada el pasado miércoles, será analizada en los próximos días con los demás grupos municipales, para ser debatida, y aprobada, en el pleno de este mismo mes de mayo.

Comenzará entonces su tramitación administrativa, sobre todo ante la Xunta, y con unos plazos muy ajustados, ya que estas normas deberán estar plenamente en vigor a finales de este mismo año. Aunque falta el pronunciamiento de la Xunta, la exposición al público y otros trámites, Louro confía en que no se produzca un arriesgado desfase que pueda ser aprovechado por las empresas, al tiempo que asegura que la nueva regulación "dará respuesta a la alarma social" que se generó a finales de 2012 cuando se tramitaron a la vez en el Concello hasta cinco proyectos de tanatorio-crematorio: al lado del hospital Montecelo; cerca de la rotonda de acceso a esas instalaciones; frente al cementerio municipal; detrás de San Mauro; y en la calle Arzobispo Malvar.

Todas las funerarias que operan en la ciudad están detrás de estos proyectos, si bien son tres las que han acudido a los tribunales para hacer valer sus propuestas. Se trata de Alianza y Barros y Pompas Fúnebres (promotores de los planes de Montecelo y Arzobispo Malvar) y Albia, vinculada a la iniciativa en la rotonda de Mourente.

Con respecto al contenido de la modificación urbanística, Louro no quiso ayer desvelar los límites exactos de ubicación de los crematorios hasta informar al resto de los grupos, si bien en su día ya admitió que "en ningún caso se consentirá este tipo de instalaciones en suelo urbano, urbanizable o núcleos rurales", es decir "espacios residenciales o potencialmente residenciales", lo que dejaría fuera la opción de Arzobispo Malvar e incluso otras en la zona de San Mauro y Mourente. Esos suelos son los mismos a los que afecta la suspensión de concesión de licencias para uso crematorio: zonas residenciales de suelo urbano, urbanizable y de suelo de núcleo rural y en su entorno de influencia.

Según indicaron ayer fuentes municipales, la propuesta de los técnicos urbanísticos y jurídicos "es muy compleja, para no dejar ningún aspecto sin tocar". Añaden que "está basada en el Plan de Urbanismo, que es donde debe encajar, y en la Ley de Ordenación Urbanística de Galicia, con párrafos exactos de esta norma autonómica, base para ser informada por la Xunta". Además, incluye análisis y estudios de casos similares o parecidos en otras ciudades españolas, así como de las sentencias que en su día se dictaron al respecto".