Fue una reunión "franca" en la que quedó de manifiesto la preocupación de la fiscal de Siniestralidad Laboral de Pontevedra, Marta Durántez, por la existencia de una accidentalidad sumergida por el temor de los trabajadores a denunciar y por la falta de implicación de otras administraciones, como la Inspección de Trabajo, que no hacen llegar al Ministerio Público posibles prácticas punibles. Además criticó la metodología usada por las mutuas laborales para calificar la gravedad de los accidentes lo que también lastra la apertura de investigaciones y lamentó la "laxitud" y "permisividad" de la Audiencia Provincial a la hora de valorar los recursos de las sentencias relacionadas con los accidentes de trabajo pues la mayoría de sus dictámenes son para rebajar la pena o absolver al condenado.

Marta Durántez se reunió ayer con los dirigentes comarcales de CIG, CC OO, UGT y CSI-F para analizar la situación de la siniestralidad laboral en la provincia, que no se puede desvincular de factores como: la inobservancia de las medidas de prevención y protección personal; el miedo a la pérdida del empleo y la falta de inversiones en mantenimiento y modernización de maquinaria e instalaciones.

Durante el pasado año la Fiscalía de Siniestralidad Laboral de Pontevedra impulsó seis procesos por delitos de homicidio al entender que la muerte de los trabajadores fue fruto de la falta de medidas de prevención así como 983 delitos de lesiones. Son cifras idénticas a las del ejercicio anterior, el 2011. Lo que sí descendieron fueron la apertura de diligencias de investigación ya que fueron cinco frente a las once de un año antes.

Marta Durántez destacó el hecho de que, por primera vez, en el 2012 tenía en su balance "empresas reincidentes" en casos de siniestralidad laboral.

Los sindicatos trasladaron a la fiscal delegada de Siniestralidad su experiencia diaria con trabajadores que reconocen que callan incidencias laborales con resultado de lesión por miedo a perder el empleo, un bien cada día más escaso y que optan por no alertar sobre falta de medidas de prevención para evitar despidos. Esta situación explicaría el aumento de, por ejemplo, lesiones en extremidades por atrapamiento en maquinaria de dedos, manos o pies.

Además pusieron el acento en los perjuicios asociados a la reforma laboral y su estela de precariedad en el trabajo.