Las listas de desempleo en Pontevedra se redujeron al ritmo de prácticamente un trabajador cada dos días durante el mes de abril. Una media menor a la gallega y que se presenta como a todas luces insuficiente para atajar una situación que afecta en el municipio a 9.294 vecinos, medio millar más que hace un año. Algo que se explica en parte por la evidente dependencia con el sector servicios y su negativa dinámica, que causa dos de cada tres personas sin ocupación.

Los 16 desempleados menos en la ciudad apenas suponen un descenso porcentual del 0,17. Pero en comparación con el conjunto de la comarca incluso resulta satisfactorio, puesto que la suma de Pontevedra y los ayuntamientos de su entorno queda al margen del descenso del paro en Galicia y otras 14 comunidades autónomas. Y es que la comarca incrementó la lista hasta quedarse al borde de los 20.000 trabajadores en busca de un empleo.

La capital contaba el pasado día 30 con 9.294 desempleados, entre los que hay más mujeres (4.827) que hombres (4.467). De entre todos ellos son ya 667 los menores de 25 años. Aunque el paro juvenil sigue siendo una de las principales preocupaciones, el perfil del parado pontevedrés es mayor de esa edad y exempleado de una actividad ligada al sector servicios. De hecho, son 5.899 los trabajadores que proceden de este sector y que se han visto afectados tanto por el declive de los empleadores privados como de la administración pública. La construcción mantiene 1.599 desempleados, mientras que a la industria se le achacan 866. Estos dos últimos sectores son en los que se han ofertado los puestos que han permitido reducir esos 16 trabajadores la lista del paro.

Ante el simbólico balance en comparación con el mes anterior, las que se han convertido en habituales colas en las oficinas del antiguo Inem en Pontevedra apenas ha sufrido alguna modificación. Palabras y expresiones como "desesperación" o "a lo que salga" son algunas de las que más se repetían ayer entre quienes esperaban a sellar su cartilla. Algunos ya sin derecho a ninguna prestación económica y por tanto ante un panorama al que no ven salida.

Los desempleados coinciden en que "no se ven salidas" y reclaman "cambios" y "vocación" en los políticos para superar este panorama. Un mercado laboral en horas críticas que deja a personas con cargas familiares y económicas sin ningún tipo de prestación o que obliga a otros a aferrarse a trabajos que solo les reportan ingresos durante dos o tres meses al año ante el temor a quedarse sin nada. En las colas que hacían ayer los desempleados pontevedreses se lamentaba una paradoja que muchos han sufrido en propia carne: "Piden experiencia, pero luego no te quieren con más de 30 o 35 años; así es imposible".

Por tanto, ese "punto de giro" que desde el Gobierno se quiere ver como un cambio de tendencia es apenas imperceptible en la zona centro de la provincia, si bien en toda Pontevedra el recuento incrementa hasta 70 las personas que se han borrado de las listas de empleo (en toda Galicia fueron 728). La provincia y la de Lugo (69) son, de las cuatro gallegas, las dos que menor han experimentado esa disminución. La pontevedresa, en toda caso, es la gallega con menos reducción proporcional del paro.