Redistribución aleatoria del personal afectado a otras áreas asistenciales del CHOP con las que no están familiarizadas y sobrecarga de trabajo, lo que generará tensiones innecesarias en la plantilla, además de un aumento de las listas de espera. Son las consecuencias previsibles del cierre estival de camas de distintos servicios del Complejo Hospitalario de Pontevedra, de acuerdo con el análisis que hace la portavoz del Sindicato de Enfermería (Satse), Maite Joaquín.

Mientras tanto desde CIG-Saúde se denuncia que este tipo de medidas aleja de un posible contrato de trabajo a cientos de profesionales sanitarios en paro del área.