Pasó el "maio" y Marín se vistió de colores vegetales el miércoles día 1, con cientos de niños y niñas en la calle cantando las coplas más o menos poéticas a su gusto, como siempre, ante el orgullo de padres, madres y abuelos en general, muchos de los cuales se pasaron la noche confeccionando verdaderas obras de arte floral sobre las cónicas superficies de nuestros maios. "Santa Cecilia" tendrá, por su parte, que mejorar mucho la organización a todos los niveles. No puede ser que, a pesar de los denodados esfuerzos de los responsables del montaje, la megafonía fuera tan deficiente para este acto que impidió que el numerosos público escuchara lo que los maios decían salvo en el caso de aquellos con un coro muy numeroso. Tampoco es de buena imagen que se pongan dos o tres sillas al jurado que está compuesto por media docena de personas. Hay que mejorar para dignificar esta ancestral fiesta que es una de las principales actividades del Ateneo en el año o trasladarla al concello porque es nuestro patrimonio cultural.

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