La Consellería de Educación ha defendido su actuación en el caso de la alumna de Ponte Caldelas que cambió de centro educativo porque en el de origen "recibía todas las clases en gallego", un idioma que desconoce, según denunció Galicia Bilingüe. Fuentes de Educación afirman que han actuado "cumpliendo de modo escrupuloso la normativa vigente" y "velando en todo momento por el derecho de la niña a una educación de calidad". Afirman que "no hubo incumplimiento de la norma" y que Inspección Educativa asegura que el centro de Ponte Caldelas cumple "con total normalidad" el decreto de lenguas en la enseñanza.

Además, afirman que Educación autorizó el traslado a un centro de Soutomaior por su "incorporación tardía al sistema gallego, el consenso entre los inspectores de los dos centros, la inadaptación demostrada de la niña al colegio y la petición expresa de su padre". "A posteriori", explican, el padre exigió un transporte, "privilegio al que no tiene derecho por tratarse de un centro privado concertado.