Dos mil años de historia y tecnología se dieron ayer la mano en la plaza de Valentín García Escudero. La huella que dejaron los romanos a orillas del Lérez, complementada en siglos posteriores con otras muestras arquitectónicas, fue analizada ayer por la ciencia más moderna: un pequeño helicóptero de control remoto, equipado con cámaras y otros aparatos, que durante toda la mañana sobrevoló, llegando a una altura de 300 metros pese al fuerte viento, los restos arqueológicos de la zona con el fin de elaborar un detallado mapa aéreo del yacimiento, el más importante del casco urbano.

Estos trabajos, además de sus usos científicos, tendrán un aprovechamiento didáctico y divulgativo y se complementan con un escaneado en tres dimensiones de todo el yacimiento, también iniciadas ayer, según explicó el arqueólogo municipal Xoán Carlos Castro, presenta en estos trabajos. Se trata de labores previas a la cubierta definitiva del 40% de los restos, unos trabajos que comenzaron la pasada Semana Santa pero que se han visto ligeramente alterados por la lluvia de los últimos meses.

Una vez que concluyan estos análisis técnicos se procederá a realizar el tapado en sí, que ronda los 60.400 euros. El permiso de estas obras, otorgado por la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico hace unas semanas, autorizaba, en primer lugar, la "retirada de los actuales plásticos de protección, y la limpieza general del recinto", trabajos que se ejecutaron entre marzo y abril, aunque interrumpidos por las lluvias.

También se permitía "la limpieza de las estructuras bajo control arqueológico y la protección de los restos", labores realizados en las últimas semanas y que se intensificaron ayer con estas imágenes aéreas y en 3D, que rondan los 4.000 euros. Finalmente se deba luz verde a "soterrar con material geotextil, capa de arena fina y relleno de tierra extendida y compactada; colocación de una capa superficial de sedimento orgánico o césped; delimitación del borde sureste del yacimiento que quedará a la vista con un muro de contención escalonado; y delimitación del resto del perímetro con taludes rematados con césped". También se ejecutará "un drenaje y una evacuación de aguas" y se completará la actuación con "un vallado perimetral del yacimiento visto para evitar el acceso incontrolado".