La Guardia Civil de Lalín detuvo en la madrugada de ayer a tres pontevedreses como supuestos autores de un robo con fuerza en el bar Orly de la calle Pintor Laxeiro, a donde accedieron de madrugada para llevarse la recaudación de la máquina tragaperras, valiéndose de objetos contundentes con los que forzaron la reja de la puerta.

Sobre las tres de la madrugada un vecino contactó con la Benemérita al percatarse de que tres personas salían corriendo del establecimiento. A una patrulla de Lalín se sumaron otras de Rodeiro y Vila de Cruces, que tras controlar las salidas y entradas del perímetro urbano detectaron un turismo Opel Corsa cuyo conductor hizo caso omiso a las señales de advertencia de los agentes. Ante esta situación, los guardias se vieron obligados a interceptar el vehículo de modo contundente y procedieron a identificar a los ocupantes del mismo. Dentro viajaban tres vecinos de Pontevedra, con varios antecedentes policiales, que llevaban numerosa herramienta para perpetrar robos con fuerza como una cizalla o un destornillador de grandes dimensiones que usaban como palanca.

Acto seguido los guardias detuvieron a N.C.F., de 22 años, y vecino de Pontevedra; J.M.F.M., de 27 y de Monteporreiro; y H.J.C.H, de 20 y también de Pontevedra. Antes se le había practicado un registro en el turismo que permitió descubrir que llevaban billetes de curso legal en los bolsillos y en una mochila colocada en el asiento trasero, con toda seguridad sustraídos de la máquina recreativa que acababan de robar. También tenían un talonario de albaranes de facturas con sello de la cafetería y una gran cantidad de monedas.

Según informó la Oficina de Prensa de la Comandancia (OPC) de la Guardia Civil, a los dos primeros les constan además antecedentes por delitos contra el patrimonio. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial en el Juzgado Número 2 de Lalín, de guardia en la jornada de ayer.

La Guardia Civil trabaja desde hace tiempo en un plan de respuesta policial para combatir los robos que padecen los propietarios de establecimientos de hostelería. En muchos casos, el dinero de las tragaperras es el objetivo de los delincuentes.