El comité de empresa de Ence, que mantiene los tres días de huelga por la suspensión de un puesto de trabajo en Lourizán (desde las 16.00 horas del día 26 a las 16.00 horas del 29), anunció ayer que el periodo de protesta podría ampliarse hasta los cinco días si no obtienen una respuesta de la empresa.

Esta huelga, que no está vinculada al plan de los 144 despidos, afectaría a todas las sedes del grupo (fábricas de Pontevedra, Huelga, Navia y las oficinas centrales) y se convoca después de que la empresa decidiera "eliminar unilateralmente" un puesto de operador en la línea de atado de Lourizán, a pesar de que los trabajadores habían obtenido el compromiso de que se mantendría el puesto "mientras una comisión paritaria realizaba un informe", según explicó ayer el presidente del comité, Suso Graña.

Sin acuerdo

Aunque tanto empresa como trabajadores estaban citados a primera hora de ayer para tratar de desbloquear la situación, finalmente la reunión no se celebró. "Aquí es inviable negociar. Estábamos convocados a primera hora y al final han suspendido la reunión, solo hablamos de los servicios mínimos", lamentó Graña, quien detalló que ni siquiera en este aspecto hubo acuerdo con la empresa. "La reunión se levantó con acta de desacuerdo, la empresa está tratando de inflar los servicios mínimos", explicó.

La reanudación de los contactos con respecto a las negociaciones sobre el "excedente" de 144 empleados que tendrá lugar mañana en Madrid puede ser un buen escenario para tratar de llegar a un acuerdo, según comentan desde el comité de empresa. En cualquier caso, "la empresa debe solucionar este tema de forma firme y definitiva", subraya Graña, quien destaca que el puesto de trabajo en cuestión -que perjudica a cinco trabajadores- "afecta claramente a la seguridad de la fábrica".