"Cada vez que veo a un adulto sobre una bicicleta", escribió el novelista y filósofo H. G. Wells, "no pierdo la esperanza para el futuro de la humanidad". Más confianza aún tendría al ver a Ramón Bértolo, primer Premio á Mobilidade Ciclista de Pontevedra, que cada día acude desde su domicilio en el nudo de O Pino a su puesto de vendedor de la ONCE en la calle Michelena subido a su bici. Es uno de los que recomienda a los vecinos de la ciudad del Lérez que hagan uso de este transporte "porque se puede usar todo el año y aquí no hay cuestas".

-¿Cuándo empezó a usar la bici?

-La primera vez fue de pequeño, como todo el mundo, la bici de ruedines.

-¿Por qué decidió utilizarla como su medio de transporte habitual?

-Pues porque me gusta... Hombre, es que yo coche no puedo usar, entonces para ir más rápido que andando solo tengo la opción de la bicicleta.

-¿Su discapacidad le ha planteado problemas añadidos a la hora de utilizar la bicicleta?

-No, no, de hecho desde pequeño tanto mi hermana, que también es deficiente visual, como yo siempre hemos ido en bicicleta, toda la vida.

-¿Cómo se orienta?

Tengo resto visual, a ver, no puedo conocer a una persona que esté a veinte metros pero veo que hay una persona, por poner un ejemplo.

-¿Ha tenido algún accidente o golpe?

-Como todo el mundo, alguna caidilla.

-¿Piensa en seguir utilizándola siempre?

Si.

-¿Ha tenido muchas bicis?

-Pues cinco bicis.

-¿Se compra bicicletas caras?

-Ahora si, tengo una cara pero es la primera vez, siempre las tuve baratas, ahora tengo una bici alemana de aluminio, con frenos de disco, suspensión neumática y todo eso.