Menores maltratados, en ocasiones también víctimas de abusos sexuales, y adolescentes violentos y conflictivos y nacidos en Galicia hasta en siete de cada diez casos. Es el perfil más repetido, en la actualidad, entre los chicos y chicas que llegan a la Unidad de Primera Acogida (UPA) que está ubicada en "Príncipe Felipe".

Este perfil, explicaba ayer el director de la Ciudad Infantil, José Manuel Fernández, ha desplazado al del menor inmigrante en situación de desamparo (que recalaba solo en algún punto de la comunidad), habitual hasta el estallido de la crisis y que hoy casi se eleva a la categoría de anécdota. "España ya no genera las expectativas de la década pasada por lo que la inmigración busca otros destinos lo que no quiere decir que no sigamos atendiendo en la UPA a menores extranjeros" puntualiza el director de "Príncipe Felipe".

Marruecos y Rumanía encabezan el ranking de países que aportan más menores en situación de desamparo, dándose en el último año casos de adolescentes magrebíes que recalaron en Galicia desde Portugal o que trataban de llegar a Francia. En los últimos meses también se atendió en la UPA a dos chicas rescatadas de una red de prostitución.

Con quince plazas para estancias de tránsito ayer estaban ocupadas seis, confirmaba José Manuel Fernández. Una cifra que, sin embargo, varía de un momento a otro, pues son el departamento de Menores de la Xunta o la Fiscalía los que dictan los ingresos de jóvenes en la UPA para ser evaluados por los servicios sociales, en colaboración con la administración de Justicia, con el fin de determinar a que tipo de institución tutelada deben ser enviados.

Se ha constatado, indican fuentes de la propia UPA, que los menores gallegos y los extranjeros de segunda generación atendidos en "Príncipe Felipe" llegan con casuísticas similares: peleas, broncas, enfrentamientos familiares o fugas.

Adolescentes

El grueso de los menores atendidos en la UPA son adolescentes de entre 14 y 17 años, lo que no es óbice para que la intervención de los servicios sociales permita localizar a niños de corta edad en situación de "alto riesgo", incluso bebés.

En el último quinquenio se derivaron a la UPA, cada año, para hacer un análisis de situación, media docena de pequeños menores de seis años y una decena en la franja de seis a trece años.

Los niños de menos de doce años que llegan a la Unidad de Primera Acogida de "Príncipe Felipe" ingresan en los distintos centros residenciales de la Ciudad Infantil en función de su edad y no en la unidad especializada en donde sí se instalan a los adolescentes. Se trata de facilitar la convivencia e integración de unos niños difíciles y rebotados con su entorno.