Fue una Semana Santa pasada por agua y así concluyó. La lluvia impidió ayer la celebración de la última cita pascual: la que iba a ser la primera Procesión del Encuentro de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Los cofrades de Nuestra Señora del Amor Hermoso y del Corpo Santo (que acompañan la imagen de la Sagrada Resurrección) compartieron Eucaristía en la iglesia parroquial de San José, de donde estaba previsto que saliese el desfile procesional de la Virgen. Una segunda procesión, con la Sagrada Resurrección como protagonista, iba a partir de la basílica de Santa María la Mayor.
Ambas marchas confluirían en la plaza de A Peregrina a donde se iban a acercar representaciones de las distintas cofradías penitenciales de Pontevedra para sumarse a un Encuentro, habitual en otras latitudes pero que se iba a celebrar por vez primera en la capital a iniciativa de la parroquia de San José. Ante el Santuario de A Peregrina estaba previsto leer un sermón y como colofón todos formarían una nueva procesión con destino a la iglesia de Campolongo en donde se custodian la Virgen del Amor Hermoso y la imagen de la Sagrada Resurrección durante todo el año.
Suspensión
La suspensión del Encuentro de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo fue el colofón de una sucesión de suspensiones de actos religiosos que afectó a la práctica totalidad de las procesiones. La excepción fue la de Los Pasos del Viernes Santo y no llegó a completarse.
La parroquia de San José se suma con entusiasmo a las celebraciones de la Semana Santa lo que la ha convertido en sede de la cofradía más joven de la ciudad: precisamente la de Nuestra Señora del Amor Hermoso.
Los miembros de la Agrupación local de Protección Civil escoltan a la imagen en la procesión y actos de relevancia que organice la parroquia y por ello la parroquia los agasajó ayer con una merienda, a la que se sumaron cofrades del Corpo Santo y fieles que habían asistido a la Misa de siete.
Día de bautizos
El Domingo de Resurrección es un día de alegría y renovación de votos en el calendario religioso católico y por eso es una jornada propicia para la incorporación de nuevos miembros a la comunidad creyente. Este tradición explica que en nueve parroquias pontevedresas -seis de ellas urbanas y tres rurales- se hubiesen celebrado ayer misas bautismales.
Así ocurrió en las iglesias urbanas del Buen Pastor, de Monte Porreiro; San Bartolomé, Santa María, San José, Santiago Peregrino de O Burgo y Virgen del Camino y en los templos de las parroquias de Santa María de Mourente, Santa María de Alba y Santa María de Xeve; además de en la vecina parroquia de San Salvador de Poio y A Caeira.
