"El presente convenio, con independencia de su vigencia prevista, mantendrá su aplicación hasta que sea sustituído por un convenio del mismo ámbito". Con este punto el nuevo marco laboral de la alimentación se "blinda" frente a la ultraactividad fijada por la reforma laboral, por la que si un convenio vencido decae si no se renegocia en un plazo máximo de un año.

La inclusión de dicha cláusula se hizo a expensas de limitar la antigüedad de los trabajadores hasta un máximo de siete cuatrienos (28 años) pero los sindicatos consideraron que así se sacuden una amenaza que pesa sobre el futuro de cualquier colectivo de trabajadores ya que el decaimiento de un convenio deja manos libres a las empresas para establecer y modificar condiciones laborales con el único suelo del Estatuto de los trabajadores.

"El punto de la ultraactividad garantiza que se podrá negociar el próximo convenio sin la presión y la amenaza que supone tener un límite de tiempo" explicaba ayer el responsables de CIG- Comercio, Marcos Cadórniga, pero también, añadía, "demuestra que con la movilización social se puede dar un vuelco a la reforma laboral y combatir la ultraactividad".