Después de seis años de abandono del yacimiento y meses de trámites y esperas, el Concello está en disposición de iniciar de inmediato los trabajos para cubrir el 40% de los restos arqueológicos de la plaza de Valentín García Escudero. Será mañana lunes, si la lluvia no lo impide, cuando comiencen las primeras labores, que consisten en una limpieza general del recinto. Así lo anunció ayer el gobierno local, que se marca un plazo máximo de dos meses para completar una labor que los vecinos aguardan desde hace años. No obstante, el Concello aclara que todo el calendario de obras está condicionado por la climatología, ya que son necesarias varias jornadas sin lluvia para completar una obra presupuestada en 80.000 euros. Si se cumplen las previsiones, la plaza estará disponible para el uso público en junio próximo.

Con todos los permisos ya recibidos, la previsión municipal es que la empresa Eiriña acometa desde mañana una limpieza general, etapa que durará entre dos y tres días. Ya será al lunes siguiente, 1 de abril, cuando se afronte una limpieza en detalle y la restauración de las estructuras, fase en la que son imprescindibles al menos cuatro días seguidos sin lluvia. Esta labor se ha encomendado a la empresa Tomos Conservación e Restauración por algo menos de 6.700 euros.

La tercera fase será levantar un plano digital de todo el yacimiento con un escaneado laser, trabajo que ronda los 9.800 euros y acometerá la empresa Enmacosa. Será después cuando se lleve a cabo la cubrición en sí de los vestigios, empleando una capa geotextil, tierra y el tratamiento en superficie, a cargo de la empresa Eiriña. Esta es la etapa con mayor presupuesto, en torno a 60.400 euros. Todos los trabajos serán supervisados por la empresa Citania, encargada del control arqueológico.

En todo caso, el proyecto municipal para cubrir los restos arqueológicos de Valentín García Escudero no soterrará la totalidad del ámbito de la excavación en la plaza, ya que dejará al aire, en principio temporalmente, los hallazgos de mayor valor histórico, es decir, los arcos enterrados del puente de O Burgo y las trazas del viejo puerto medieval, de los que no existen evidencias en otros lugares. Los demás vestigios como pavimentos, cimientos de antiguos edificios e incluso algún pequeño tramo de muralla, se cubrirá con capas geotextiles y arena para crear sobre ella una zona verde.

El permiso de estas obras, otorgada por la Dirección Xeral de Patrimonio Histórico hace unos días, autoriza la "retirada de los actuales plásticos de protección, la limpieza y la retirada de la valla actual; la limpieza de las estructuras bajo control arqueológico; la protección de los restos y soterrar con geotextil, capa de arena fina y relleno de tierra extendida y compactada manualmente en los primeros estratos y mecánicamente una vez alcanzada una cota que garantice que no se verán afectados los vestigios; colocación de una capa superficial de sedimento orgánico u césped; delimitación del borde sureste del yacimiento que quedará a la vista con un muro de contención escalonado; y delimitación del resto del perímetro con taludes rematados con césped". También se ejecutará "un drenaje y una evacuación de aguas" y se completará la actuación con "un vallado perimetral del yacimiento visto para evitar el acceso incontrolado".