El acuerdo del pasado jueves en el Parlamento gallego entre el PP y AGE para "agilizar" la redacción del nuevo Plan de Urbanismo de Pontevedra, paralizado desde febrero de 2012, parece haber agotado la paciencia del gobierno local. Si hasta ahora se trataba de echar tierra sobre esta polémica, "esperando tiempos mejores", la entrada de Alternativa Galega de Esquerdas en un conflicto que hasta ahora se limitaba al BNG y al PP llevó ayer al concejal de Ordenación do Territorio, César Mosquera, a lanzar un órdago a la Xunta: "Que asuma directamente la redacción del Plan, incluyendo todas las exigencias que nos quiere imponer y que nosotros no aceptamos. Ya veremos si se atreve y, si lo hace, qué dice la ciudadanía,".

Mosquera esgrime de nuevo las razones por la que este proceso está parado desde hace más de un año, ante los informes negativos del Gobierno gallego al documento de inicio municipal, como son "la exigencia de que los terrenos de Ence sigan siendo industriales, que se destroce Monte Carrasco, que se rebaje la edificabilidad que ya hay ahora y se le impida a un paisano hacer su casa, y que se llene la ciudad otra vez de coches. Con esas condiciones, nosotros no vamos a hacer el PXOM", ni con acuerdo parlamentario ni sin él.

La posibilidad de que la Xunta redacte el documento directamente ya la ha insinuado en otras ocasiones el propio edil, pero el reto de ayer "va en serio" e incluso se declara dispuesto a enviar un escrito pidiendo esa opción de forma oficial: "Probablemente el acuerdo "del jueves en el Parlamento se quede en un cajón, pero si nos lo envían, responderemos solicitando formalmente que la Xunta redacte el PXOM".

Según Mosquera, la Consellería de Medio Ambiente está habilitada para hacer directamente el Plan por el artículo 81 de la Lei do Solo de Galicia: "En los supuestos en que algún Concello no llegara a formular y aprobar el correspondiente Plan General, el conselleiro competente en materia de urbanismo podrá requerir su formulación, señalando el plazo máximo para iniciar su tramitación. En el supuesto de que el municipio no cumpla este requisito o paralice injustificadamente su tramitación, podrá el conselleiro disponer que se proceda, por subrogación, a la formulación del Plan General por el órgano de la Administración autonómica que corresponda. En este caso, la tramitación se realizará dando audiencia al concello respectivo, por plazo de dos meses, antes de la aprobación inicial y la definitiva". Según el concejal pontevedrés, "ya saben que no vamos a hacer el PXOM que ellos quieren, contrario al modelo urbano de Pontevedra, por lo que ya les ahorramos todos los trámites previos, y que lo hagan cuando quieran".

Parlamento

El asunto fue objeto de debate el jueves en el Parlamento a raíz de una iniciativa del representante del PP Román Rodríguez, quien considera que el Concello debe "asumir su responsabilidad" y renovar su planeamiento, ya que "tiene el dudoso privilegio de tener el PXOM más obsoleto" de las siete ciudades. Además, criticó las "excusas de mal pagador" del alcalde, Miguel Fernández Lores, para justificar su "enroque" a la hora de actualizar esta normativa. Para el diputado de AGE David Fernández Calviño, es irrelevante si esta situación "es culpa del Concello o de la Xunta", pero demanda que ambas administraciones "se pongan de acuerdo" para que Pontevedra tenga "un instrumento de ordenación actualizado y adaptado a la legislación vigente".

Por su parte, el representante del PSOE en este debate, Xosé Sánchez Bugallo, exalcalde de Santiago, admitió que es "positivo y razonable" que todos los concellos intenten adoptar sus planeamientos urbanísticos, pese a la "dificultad" para hacerlo a la vista de los "constantes cambios normativos". Pese a ello, los socialistas optaron por la abstención, mientras- que el BNG votó en contra. Mosquera explicó ayer que los socialistas, que gobiernan en coalición con el BNG en Pontevedra, "cambiaron su voto en el último momento porque tenían previsto apoyar la iniciativa del PP".