"Podemos decirlo más alto pero no más claro que estamos en contra de los recortes en la sanidad pública y a favor de un Hospital único para Pontevedra". El médico jubilado José Fernando Filgueira resumía con estas palabras el sentir de los casi 4.000 personas que obviando la lluvia se manifestaron ayer por las calles de la ciudad bajo el lema "A sanidade pública non se vende, deféndese".

La marcha partió de la plaza de Ferrería y tras recorrer el centro de la ciudad, y rodear simbólicamente el Hospital Provincial, se dirigió a la Subdelegación. Consignas como "A Xunta de Galicia recorta y privatiza", "Queremos sanidade, non caridade" o "Manda carallo sen saúde en sen traballo" se oyeron a lo largo de todo el recorrido, a pesar de que por momentos la intensa lluvia provocó conatos de desbandada de gente que se refugiaba bajo los aleros de las casas.

Convocados por la Plataforma SOS Sanidade, la movilización fue un grito de alarma y un reproche a la Xunta de Galicia porque "está acelerando su estrategia de desmantelamiento y recorte de la sanidad pública para dejar espacio libre a los grandes grupos financieros, empresariales u multinacionales sanitarias, que quieren hacer negocio con los recursos destinados a garantizar el derecho a la salud en Galicia y en Pontevedra".

La experiencia de años como profesional en el Hospital Provincial y después en el CHOP permiten al alergólogo José Fernando Filgueira detectar las consecuencias para la salud de las personas de las restricciones de recursos, la introducción de copagos y la exclusión de colectivos de la hasta ahora sanidad universal. "Esta política incrementará la desigualdad, el dolor, la marginación y la inseguridad de las personas cuando son más vulnerables, que es cuando están enfermas" admite este médico de vocación que no duda en enumerar a los grandes perjudicados: los mayores, enfermos crónicos y personas con menos ingresos.

"La salud es un derecho" subrayaban los manifestantes que hicieron una defensa del largamente demandado Hospital Único (ampliación de Montecelo). El propio Fernando Filgueira en su intervención aludió a esta reivindicación, poniendo en tela de juicio la "quimera" del nuevo hospital de Monte Carrasco.

"No es lógico, coherente ni decente, tirar los más de 67 millones de euros empleados en renovar Montecelo" señaló el encargado de leer el manifiesto final, para añadir "No nos dejamos engañar: ampliar Montecelo es factible, económicamente razonable y de solución rápida", frente a esto "Monte Carrasco es una quimera con una financiación complicada y cara para los poderes públicos, que dejaría el Hospital de Pontevedra en manos de empresas privadas en busca de beneficio".